El radar de mano "cazó" en un mes a 222 coches en Oviedo, a la mayoría en la Ronda Sur. El 8,7 por ciento de los coches contabilizados por el radar maldito superó el límite de velocidad establecido. Con toda seguridad porque el límite era inadecuado: resulta indecente que se prohiba circular a más de 50 kilómetros por hora en vías con cuatro y seis carriles, sin peligro alguno, más allá de los que entraña la circulación en sí misma. Mientras tanto, en los túneles de la autovía entre Villaviciosa y Gijón se prohibe desde hace meses superar los 70 kilómetros por hora. Sin razón. Ni hay obras, ni baches, ni agua en el firme, ni estrecheces, ni mala iluminación, ni nada. Seguramente a algún desocupado, que cobrará un sueldo desproporcionado, se le ha puesto en la nariz poner 70, como podría haber puesto 57,5. Puro capricho. Afán recaudatorio y nada más. Y en Asturias mucho más afán que en las demás comunidades autónomas. Hay pruebas.
