Hay quien considera que el "sistema" quedaría en entredicho si el alcalde de Llanes, Enrique Riestra, acabara siendo sancionado por su supuesta tardanza en ordenar el derribo de la ampliación ilegal del hotel Kaype, mientras que se exime de responsabilidad a aquellos que concedieron licencias luego declaradas ilegales, a los que consintieron una edificabilidad muy por encima del máximo legal, a quienes faltaron a la verdad en sus declaraciones, a los que desobedecieron a organismos superiores como la Consejería de Urbanismo, a quienes desoyeron las peticiones de paralización de la obra para evitar un quebranto económico a los llaniscos, a los que avalaron la agrupación de fincas con diferentes calificaciones urbanísticas, y a todos los que de una u otra manera posibilitaron la construcción de un edificio ilegal y una reclamación millonaria por daños y perjuicios. Lo dicho: al final la culpa será de un jubilado que pasaba por allí. Al tiempo.
