Pensé que ya lo había visto todo en cuanto a las penurias que padecen los mal llamados deportes minoritarios. Pero, no, aún me restaba tela por cortar para redondear el círculo. Ahora le tocó de lleno al mountain bike y concretamente a una prueba lúdico-deportiva que transcurrió por los "Montes del Sella", con salida y meta en la villa marinera de Ribadesella. Se celebró el pasado domingo, con nada menos que 930 participantes en liza, en dos itinerarios diferenciados, de los que finalizaron la marcha alrededor de 850. Hasta aquí, todo dentro de la más estricta normalidad.
Hastiado de escuchar los problemas que asolan a algunos deportistas de este país -piragüistas-, que deben autofinanciarse para acudir a las competiciones internacionales con los colores de la selección española, tan solo me quedaba "descubrir" otro nuevo invento en eso de apoyar al mundillo de los deportes minoritarios: cobrarles un canon, tasa, impuesto o cómo diablos quieran llamarlo, a los bickers que transitaron por sendas y caleyas. Por cierto, la organización debió desembolsar 500 euros, apenas unas horas antes de la prueba, de los que 375 irían a parar a la Junta Administrativa del Puerto del Sueve y otros 125 al Fondo de Mejoras del Monte.
La Junta Administrativa del Sueve, que aglutina a ganaderos de los concejos de Piloña, Colunga, Parres y Caravia se salió con la suya. Ese colectivo ganadero argumentó la titularidad privada de los terrenos por los que se desarrolló parte de la prueba y por eso exigían una compensación económica -en un primer momento les sugirieron 3 euros por bici- por dejarles pasar; en tanto, desde la organización insistían que el Sueve es un Monte de Utilidad Pública (MUP) y, además, transitaban por un sendero PR homologado sobre camino público. Sea como fuere, nunca antes se vivió una situación similar. La realidad pura y dura es que la prueba deportiva, ahora ya en frío, podría tener los días contados o bien buscar alternativas al actual itinerario, lejos del Sueve. Con el pago de ese "impuesto" la Administración regional sentó un precedente en Asturias con el cobro de tasas a la organización de una prueba deportiva. Parece que nadie quiere ver la promoción desestacionalizadora que se hace al sector turístico a estas alturas del año, con millar y medio largo de visitantes -entre deportistas y acompañantes- repartidos por la zona, atraídos por el mountain bike.
Los representantes de ganaderos han sacado "tajada" del paso de unos ciclistas por caleyas rurales como si los vecinos no tuviesen ningún tipo de relación con el sector turístico -alquiler de casas de aldea, alojamientos, bares, tiendas, comercios...-. Para nada resulta fácil organizar eventos de calado y tener que pisar "chinchetas" para sacarlos adelante. Todo son muy buenas palabras hacia la organización, pese a que otros sectores eluden pronunciarse. ¿Se imaginan, sin ir más lejos, al Consejo de Pastores del Puerto de la Montaña de Covadonga exigir una cuota por subir corriendo a la Porra de Enol?
No me cansaré de repetirlo: considero injusto cobrarles a los bickers por pedalear por sendas, caminos o pistas públicas. Y es que a veces es difícil entender la intransigencia de unos pocos -no creo que todos los ganaderos con intereses en El Sueve piensen lo mismo- en contra de actividades que tratan de impulsar y promover el turismo en la comarca del Oriente, principal fuente económica de la zona. Cuando no haya prueba, o cambie de escenario, quizás se lamenten, ya que del turismo viven la mayoría de los vecinos. Insisto, acaban de sentar, a través de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, un precedente que traerá mucha cola. Tiempo al tiempo.
