La principal vía de comunicación de la comarca suroriental del Principado de Asturias con la Meseta castellano-leonesa trae al pairo al Gobierno del señor Rajoy. Las continuas e históricas reivindicaciones de los ayuntamientos afectados, así como de los propios vecinos de la zona, continúan cayendo en saco roto. Parece ser que no hay un número de heridos o muertos en accidente de circulación -se me hace muy duro escribirlo así, tan demoledor- que acabe por darle prioridad a esa carretera N-625 (León-Santander por Cangas de Onís). Desgraciadamente, no cabe otra cosa que seguir pataleando ante la administración central.

Un día sí y otro también, desde hace varios lustros, asiduos conductores de esa carreterina -lo de nacional debería ser digno de estudio por alguna prestigiosa universidad-, conocida por los lugareños como "la del Pontón", me insisten en la necesidad de denunciar el palpable deterioro de la misma y la urgente necesidad de acometer una actuación importante. Y es que, conocida la contestación del propio Ministerio de Fomento a una pregunta de la senadora de Foro y ex regidora de Peñamellera Alta Rosa Domínguez de Posada, la N-625 va a continuar abandonada de la mano de Dios.

Para el ejecutivo del PP, la carretera N-625 a su paso por el Desfiladero de los Beyos "tiene una intensidad de tráfico muy baja, por debajo de 600 vehículos al día. En este tramo no está localizado ningún tramo de concentración de accidentes (TCA) y la accidentalidad no es elevada. Por ello, la licitación de estas obras dependerá de las disponibilidades presupuestarias, ya que para las actuaciones de mejora de la seguridad vial se priorizan las que se realizan en los tramos de mayor accidentalidad y preferentemente en los Tramos de Concentración de Accidentes (TCA)".

Siempre defendí, y lo volveré a hacer en cuantas oportunidades sea posible, la importancia de mejorar esa vía, de ámbito nacional, para el boyante sector turístico de nuestra comarca del Oriente de Asturias, tanto en temporada alta como fuera de ella. De reunir unas condiciones aceptables, la carretera del Pontón sería un "lujo" para ese tipo de turismo que persigue belleza y recorridos espectaculares -a la vista- con destino al área de influencia de la vertiente canguesa de los Picos de Europa. Pero, a día de hoy, resulta todo un sueño más que una realidad.

Se nota, y no me cansaré de decirlo, que la zona suroriental asturiana no reúne un número importante de votantes para hacerles cambiar de opinión a los mandamases de Madrid. ¡¡Ay, Señor, si esto fuese en las Cuencas Mineras!! Allí, pienso, sería otro cantar, y más pronto que tarde hubieran solucionado el histórico problema. Pero lo que más me entristece sobre todo ese dilema es que PP, y antaño, el PSOE, se mantienen firmes en sus tesis -en Madrid-, cuando ostentan mando en plaza. Es decir, aquí dicen una cosa en campaña electoral y, tras coger el poder, dicen otras bien distintas en la capital de España.