Vale que hay que erradicar los chiringuitos ilegales del río Sella. Claro que la ley es lo primero, que cualquier actividad requiere permisos y que debe garantizarse la salud pública. Nada que objetar. Genial sería que las autoridades pusieran el mismo celo con todo tipo de actividades ilegales. Es decir, que si cuando se localiza un chiringuito ilegal se incauta la mercancía (bocatas, laterío, aperitivos...) y se abre un expediente sancionador, cuando se esté ejecutando, por ejemplo, una obra sin licencia (que haya permiso y los tribunales lo anulen es otro cantar) debería actuarse exactamente igual: incautación de la "mercancía" (ladrillos, cemento, maquinaria...), precinto y apertura de expediente sancionador. O sea, actuar con "contundencia" como prometen los alcaldes cuando se refieren a los chiringuitos. Pero, claro, siempre hubo "ilegales" e "ilegales". Por haber, hay hasta "ilegales" que, además, son amigotes. Y no tienen chiringuitos en el Sella.
