A veces le da a uno por pensar que detrás del conflicto urbanístico que atenaza al concejo de Llanes desde hace treinta años quizá haya un montón de guerras y un sinfín de intereses enfrentados y de pequeñas o grandes cuentas pendientes. Por ejemplo: podría ser que el actual gobierno de Llanes prefiriera adjudicar la redacción del Plan General a profesionales de fuera de la comunidad autónoma, tal vez porque cree que la mayoría de los del país están al servicio de ciertos intereses, de determinado(s) partido(s) político(s) y de un modelo urbanístico concreto (recalificar como si no hubiera futuro). Y lo mismo el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias lo sospecha e intenta evitarlo por todos los medios y de ahí sus últimos movimientos. O tal vez no haya nada de esto, todo sea limpio y cristalino como la fuente de Báscones y estos pensamientos sean fruto de sufrir treinta años de refriegas y pleitos.
