Lo que está ya pasando en Cantabria pasará en Asturias: arrasarán los campos de ocle y la recolección en las playas caerá a la mitad. No hay estudios que respalden ni la cantidad de algas que hay en los fondos marinos de Llanes, ni cuántos kilos se pueden arrancar sin causar daños irreparables, ni cuánto tardarán en regenerarse las zonas esquilmadas. En Cantabria no los hay (bueno, sí, de cuando la Tierra era plana) y seguramente en Asturias tampoco. Y si los hay, que los muestren. Allí empezaron dando permiso a dos barcos, el año pasado a siete, y este seguramente a doce. Caerán los precios porque aumentará la oferta (y si no caen será porque Marruecos ha suspendido el arranque por tres años, ya que sus fondos marinos están asolados). Y dentro de diez años, como dicen en Cantabria, no habrá ni ocle, ni peces y tendremos que entretenernos mirando hacia arriba. A ver si cae el maná.
