Allá los cabraliegos, por supuesto, pero el PSOE tiene razón. Si el futuro de Cabrales pasa por un teleférico, malo. El concejo tiene potencial de sobra como para no necesitar un remonte mecánico. El problema, quizá, es que domina todavía la antigua mentalidad del atasco, del mogollón, del que vengan cien mil o un millón, aunque se queden sin comer y sin dormir, que algo caerá. Pero cada año hacen la senda del Cares decenas de miles de personas, muchas de las cuales llegan, caminan, toman un refresco -si acaso- y se van. Hay que buscar fórmulas para retenerlos un poco más: rutas, guías (ya hay alguna iniciativa muy interesante por ahí), sendas... Y pequeños hoteles familiares para que el beneficio se quede. Hay que atraer al turista de katiuska, al que viene con una guía de pájaros, árboles o flores bajo el brazo, al que no le importa mojarse o que sea febrero. Hace falta un cambio de mentalidad.
