Pues lo mismo tenía razón la anterior alcaldesa de Llanes, la socialista Dolores Álvarez Campillo, cuando, allá por marzo de 2014, defendía que la aprobación del Plan General no corría prisa, porque sin él aún se podían construir en el concejo 5.500 viviendas (y eso pese a la "desaparición" de las miles de viviendas previstas en los suelos urbanizables tras la anulación del anterior planeamiento en los Juzgados). Dado que desde entonces apenas se levantó en Llanes un puñado de casas, aún se podrían construir ahora unas 5.400 sin planeamiento municipal. Si ello se unen los cientos de viviendas que siguen a la venta, incluidos varios edificios enteros y verdaderos, lo mismo es verdad que no corre prisa aprobar un planeamiento propio, salvo para ordenar el concejo, tan desordenado por el "boom" del ladrillo, que en paz descanse por toda la eternidad. Amén.
