Al PP se le llena la boca hablando de (presunta) libertad educativa, pero solo para favorecer a la enseñanza privada. Entonces sí clama porque los padres tengan "libertad" para decidir si llevan a sus hijos a un colegio público o a uno concertado. No aplica el mismo criterio con la lengua vernácula, pues tras anunciar el Gobierno del Principado un plan (de mínimos) para que el asturiano sea vehicular en algunas asignaturas (cuatro) para aquellos alumnos cuyos padres así lo decidan (o sea, de forma voluntaria), una hora a la semana, y solo en cuarto de Primaria y en diez colegios, el PP ha anunciado que interpondrá un recurso en los tribunales. Está en su derecho, por supuesto, como los demás lo estamos para criticar esa decisión y su afán por quebrar la libertad de muchos padres para dar a sus hijos la educación que desean. Lo del PP es odio a todo lo asturiano, salvo al covadonguismo folclórico.
