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Ramón Díaz

Orientalia

Ramón Díaz

Aquella lluvia de millones...

No fue solo culpa de los alcaldes endeudarse hasta las cejas. Era la política habitual en aquella época en la que parecía -solo parecía- que llovían millones, y en la que los gobiernos autonómicos y el del Estado animaban a los alcaldes a pedir créditos sin control para impulsar obras, y el que venga detrás que arree. Pero también los ciudadanos colaboramos en aquel desmadre, regalando el poder a los más gastizos y ocurrentes dando la espalda a los ahorradores y sensatos. Y endeudándonos nosotros mismos en muchas ocasiones por encima de nuestras posibilidades, con la inestimable ayuda de los bancos, que se empeñaban en darte veinte cuando pedías diez, "por si acaso". Fuimos todos colaboradores necesarios en aquella época en la que se pretendió recalificar la mar salada y se hormigonaron hasta los más ocultos pensamientos. Amieva es claro ejemplo de aquel exceso. Ojalá sirva para que nunca más vuelva.

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