A Marisa Elviro, concejala de Cultura de Llanes, se le ocurrió criticar en una red social la situación que viven muchos trabajadores y se armó la marimorena. Era su perfil personal y no citó a Llanes, pero eso no importa en esta ensimismada tierra de promisión, que cada vez se parece más a "Gran hermano", pues todo en ella se magnifica hasta el infinito, y más allá. Ahora la quieren crucificar sus adversarios políticos, los empresarios, y hasta algunos compañeros (es un decir) de gobierno. No sabía la ciudadana Elviro que en Llanes no hay ningún empleador que pague en B, ni un solo empleado que labore más horas de las convenidas, ni trabajador alguno sin contrato. Desconocía la edil, quizá porque es forastera, de allende el Cuera, que Llanes es un mundo perfecto, como el que aventuró Clint Eastwood. Es el paraíso, el edén, el elíseo, el nirvana, el empíreo... Llanes es jauja.
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