Habría que revisar la historia y retroceder varios siglos para recordar de donde le venía a Carlos III el apelativo de "mejor alcalde de Madrid". Releer las crónicas de mediados del siglo XVIII en las que se relataba que la ciudad presentaba, debido a la suciedad, un aspecto deplorable. Madrid era una auténtica "pocilga", así la definió el biógrafo del rey, Fernán de Núñez.
Carlos III limpió la ciudad e inició una reforma profunda de la villa y de la Corte.
Eso es exactamente lo que está haciendo Manuela Carmena, la "mejor alcaldesa de Madrid", tres siglos más tarde: "Limpiar" el Ayuntamiento tras 24 años de un gobierno monocolor y adocenado e iniciar una reforma profunda en la forma de gobernar, de cara y a favor de la ciudadanía y no de espaldas y contra la gente.
Esa es una de nuestras principales coincidencias: 24 años de caciquismo en Madrid, 28 en Llanes.
De ello hablamos largo y tendido: de las dificultades, de las trampas y también de las oportunidades. De lo complicado que es abrirse paso en medio de tanto ruido. Ruido mentiroso, ruido entrometido, ruido escandaloso, ruido insatisfecho, ruido incomprendido, ruido intolerable. En definitiva, demasiado ruido, como ya pronosticó Sabina.
Una de las cosas que más ha destacado en la gestión de Carmena ha sido la reducción de deuda, con la puesta en marcha medidas que han redundado en una gestión más eficiente. Una nueva gestión pública en Madrid que ha favorecido que los madrileños deban menos y puedan afrontar un futuro con más recursos para abordar lo realmente importante. Esa es la senda que también hemos iniciado en Llanes.
La transparencia en la gestión y la participación han sido otros de los aspectos en los que nos detuvimos durante el encuentro. En lo que respecta a la primera, coincidimos en que transparencia no es sólo cumplir unos parámetros, que ya cumplimos, la transparencia es una vocación y requiere un trabajo continuado. Como si se tratara de un epidemia, es necesario contagiar a todos los agentes: políticos, funcionarios y sociedad de que la transparencia es una actitud, además de una Ley.
En cuanto a la segunda, la participación, hablamos de como Madrid ha puesto en marcha algunas medidas, a través de los distritos, para favorecer la participación ciudadana. La más importante y a la vez exigente en el caso de Madrid ha sido propiciar unos presupuestos participativos, de cuya experiencia hemos tomado buena nota.
A la alcaldesa de Madrid le interesó de manera particular, que los pueblos de Llanes hayan vuelto a tener voz con la elección de los alcaldes de barrio por sufragio y no por designación, así como el impulso de los concejos públicos, que como los distritos son canales de comunicación y participación en las decisiones, también en materia presupuestaria, que se tomen en la Administración.
Carmena es un ejemplo para muchos por su enorme capacidad de trabajo, de organización, por su capacidad de escucha. Por una trayectoria impecable que se ganó abriéndose paso en un mundo masculinizado gracias a su constancia, consiguiendo ser un espejo en el que mirarse para muchas mujeres y también muchos hombres. Pero hay otros valores como la receptividad, el diálogo, la empatía, la honestidad, que son solo atribuibles a su persona.
Manuela Carmena está en plena forma, la experiencia y bagaje que atesora, están suponiendo una auténtica revolución, una transición necesaria hacía el empoderamiento social.
Gracias Manuela por tu generosidad, por tu inspiración y comprensión, por tenderme tu mano y animarme a continuar en la lucha por aquello que uno cree justo.
