Algo pasa con el saneamiento de Llanes, porque tres de cada cuatro días hay vertidos de aguas residuales al mar, además en una zona muy cercana a la playa de El Sablón. Por ahorrar, en su día no se separaron las aguas negras de las pluviales, lo que provoca que cuando llueve mucho, hay que aliviar para que la red no reviente. Además, por lo que se ve, la red no puede asumir todas las aguas residuales que se generan durante el verano, cuando la población se cuadruplica en el concejo. También en este caso hay que aliviar. Más: hay filtraciones de agua de mar (la empresa adjudicataria no ha establecido aún dónde), lo que eleva la conductividad e impide que se trate el líquido, que debe ser evacuado sin depurar al mar. Todo ello supone daños en el medio ambiente y olores pestilentes en el paseo de San Pedro, en estos días repleto de turistas. Llanes merece un saneamiento mejor. Ya.
