El matadero comarcal del Oriente, localizado en La Granda (Margolles), en el término municipal de Cangas de Onís, estaba abocado desde hace varios meses a una muerte en diferido. A nadie han cogido por sorpresa esos avatares que afectaban de pleno al macelo, propiedad de la Mancomunidad de Concejos del Oriente del Principado de Asturias, inaugurado allá por finales de la década de los ochenta del siglo pasado, en aquella época incluso con gravísimos problemas de abastecimiento de agua para atenderlo en óptimas condiciones.

La parafernalia burocrática y judicializada de estos últimos años daba a entender que el asunto desembocaría en el cierre de la instalación. Y, desgraciadamente, así ha sido.

El 31 de julio de 1989, siendo alcaldesa María del Pilar Díaz Junco, el Gobierno del Principado de Asturias llevó a cabo la cesión del equipamiento del matadero a la Mancomunidad de Concejos, unas instalaciones que habían sido edificadas en terrenos de titularidad del Ayuntamiento de Cangas de Onís. Apenas unos meses más tarde, la gestión final pasó a manos del ente supramunicipal que, a punto de cumplirse tres décadas de la puesta en marcha del macelo, acaba de sellar su disolución. ¿Y ahora qué? ¿Nuevas batallas judiciales entre la firma que gestionó la más reciente andadura del matadero y la Mancomunidad? ¿Clausurado para largo tiempo?

Me "huele" que nadie está por la labor de coger el toro por los cuernos. Ni el Ayuntamiento cangués, ni la Consejería de turno, ni Mancomunidades chicas ni grandes... el Lucero del Alba. No es recochineo, pero el matadero del Oriente, presiento, se apaga poco a poco, como si todos quisieran que desapareciese de una puñetera vez. ¿Por qué esa dejadez? ¿Por qué ese, digamos, pasotismo de las Administraciones públicas? La verdad, por mucho que me retuerza el cuello alguien, no lo entiendo, ni lo entenderé. Y mira que debería generar riqueza un equipamiento de esas características en una zona eminentemente ganadera como es el área de influencia de la vertiente asturiana de los Picos de Europa.

Por desgracia, para el sector carnicero sobremanera, se avecina año pre-electoral y cada cual jugará las cartas que más le convengan. Salvo que alguien me demuestre lo contrario, creo que la Política -con mayúsculas- centrará los movimientos que conciernen al futuro inminente del macelo. Se habla de la necesidad de acometer una serie de mejoras para adaptarlo a las nuevas normativas establecidas. Pero, ¿estaría dispuesta la Administración regional a realizar ese desembolso? ¿O debería ser el Consistorio de Cangas de Onís como titular de los terrenos donde se asienta? Nadie querrá "quemarse" las manos, echando balones fuera. Y más cuando están en juego unos comicios autonómicos y municipales que se presentan, a priori, muy reñidos.

Entre tanto, al sector carnicero de la comarca del Oriente no le quedará más remedio que, ante la pasividad de los mandamases de la política asturiana, apechugar con mayores costes por sacrificar animales en otros mataderos del área central de la comunidad autónoma, sin olvidar la consiguiente repercusión que podrían acarrear para el consumidor final. ¡Ah!, faltaría más, y la pérdida de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos. O sea, que la cosa no está para bromas. Para nada me extraña que algunos echen pestes por la boca, empezando por los propios ganaderos, y encima casi a las puertas de la campaña navideña. No se olviden, se acercan elecciones a la vuelta de la esquina.