Durante la manifestación de ayer en defensa de la adecuación de la carretera del desfiladero de La Hermida, que une -o separa, según se mire- Asturias y Cantabria, se leyó un manifiesto en el que se vino a decir, más o menos, lo siguiente: "Estamos cargados de obligaciones; el Gobierno central nos obliga a pagar impuestos, a circular de una manera, a observar las leyes...; la comunidad autónoma nos obliga a obtener permisos, a pagar más impuestos, a hacer caso a otras leyes...; y los ayuntamientos, a pagar aún más tasas e impuestos, a aparcar bien, a cumplir más normativas..." Por haber, hay quien pretende regular hasta los más ocultos pensamientos. El Estado invasor. ¿Y a cambio, qué? Promesas incumplidas, presupuestos ejecutados al veinte por ciento, carreteras con el mismo trazado de hace tres siglos... En La Hermida han muerto decenas de personas. Pero el Estado sigue sordo, ciego y mudo. Spain.
