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El puentón

¿Irresponsable o prevaricador?

La sospechosa actitud de la Consejería de Educación en el asunto del Instituto de Cangas de Onís

Para nada me extraña la pataleta de los responsables de la Consejería de Educación del Principado por el rechazo del alcalde de Cangas de Onís a rubricar una licencia de obras para edificar el nuevo instituto en el patio frontal del centro docente. El tema se ha enquistado, logrando politizarlo, sin tener en cuenta el gran valor simbólico que tiene para la inmensa mayoría de los vecinos esa zona verde del recinto educativo o escolar. Aplaudo, hasta con las orejas si hace falta, la decisión adoptada por el alcalde de oponerse a conceder "luz verde" a un proyecto que cuenta con informes desfavorables, tanto de la Oficina Técnica Municipal como de los propios servicios jurídicos del Ayuntamiento.

Algo falló desde el principio, pues el que se hubiesen descartado dos de las tres opciones planteadas meses atrás huele un poco a chamusquina. Precisamente, en dos de las opciones barajadas la ubicación del futuro edificio estaba previsto construirlo en la misma zona que ocupa el denominado Instituto Femenino, el cual será demolido en los próximos meses o años debido a una serie de daños estructurales. La argumentación de Educación para declinar esas dos opciones apuntaban entonces a una negativa de la Confederación Hidrográfica al encontrarse en zona inundable, y por ello se centraron los trabajos en priorizar el patio frontal del centro docente como el ideal para albergar en nuevo edificio.

¿Hubo supuesta negligencia administrativa por parte de la consejería? ¿Cómo es posible que antes no se pudiera y ahora, tras realizar las gestiones pertinentes el Ayuntamiento, sí se permita edificar en el mismo sitio en el que se ubica el Instituto Femenino? ¿Por qué tanta cabezonería y tanto oscurantismo? Lo que nadie debe poner en duda es que el patio frontal no es, ni de coña, la mejor opción, sino todo lo contrario, pues se llevaría por delante una de las zonas verdes más consolidadas y bonitas del barrio de Contranquil. Aquí, y permítanme la insistencia, lo que se debate es un problema de ciudadanía y no de politización, ni mucho menos de judicialización del "caso instituto". No es un tema PSOE-PP, todo lo contrario; es un asunto de enorme calado ciudadano.

Si desde un primer momento las cosas se hubiesen hecho mejor, empezando por recabar todos los permisos de la Confederación Hidrográfica, quizás no se hubiese llegase a ese punto de confrontación entre administraciones. Mientras unos trataban de apaciguar el tema a través del diálogo y el consenso, otros echaban más leña al fuego para radicalizar la situación. Incluso algunos socialistas de la vera del Sella se sumaron al carro para poner en entredicho la actuación del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cangas de Onís. ¿Informes "cocinados"? Hombre, son palabras mayores y así culpabilizar a los funcionarios que los han rubricado, poniendo en tela de juicio su profesionalidad.

La ciudad canguesa sí que necesita un nuevo edificio para el instituto. Ahí si estamos de acuerdo. Pero no a cualquier precio. Ahora bien, nunca en el patio frontal del centro docente, ya que hay otras alternativas. Jamás se debería permitir esa aberración en tan sensible zona verde del barrio de Contranquil, y en ese punto estoy con el alcalde. Insisto, para nada me parece dañino que traten de tildar de irresponsable a José Manuel González Castro por negarse a otorgar licencia de obras en ese emblemático patio del centro docente. Al contrario, alabo esa irresponsabilidad antes de acusarle de prevaricador al dictar a sabiendas una resolución injusta. O sea, lo que ocurriría de mirar hacia otro lado en el espinoso asunto del patio del instituto.

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