Habrá que suponer una elevada carga irónica a las palabras pronunciadas ayer por el alcalde de Llanes, Enrique Riestra, sobre que desea que su gobierno y la oposición sigan "en el mismo barco" al tramitar el futuro plan urbanístico. Porque desde fuera parece que gobierno y oposición jamás hasta ahora han viajado en el mismo barco, menos aún en el océano urbanístico local, sumido en un tormentoso caos desde hace treinta años. De hecho, incluso hay quien piensa que ni siquiera los cuatro integrantes del gobierno llanisco reman en la misma dirección (se verá mejor a partir de ahora, en el sprint final de la carrera hacia las próximas elecciones). Dicho esto, ojalá (sin ironía) todos suban al mismo barco y remen en la misma dirección. Pero no para elaborar un plan "respetuoso con el paisaje", como prometen. Sino para aprobar un plan respetuoso con el paisaje, con la ley y con la gente.
