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In memóriam

Emilio Tuya, un enamorado del fútbol base

Un entrenador entregado a las canteras

Escribir sobre la personalidad de Emilio Tuya Domenech es hacerlo sobre un enamorado del fútbol base en la comarca del oriente del Principado de Asturias. Nunca escatimó esfuerzos para tratar de brindarles alguna oportunidad a chavales que comenzaban a despuntar en clubes de la zona. Se había que abrirles puertas con vistas a realizar pruebas en entidades mucho más potentes -léase el Sporting de Gijón, en Mareo; o el Racing de Santander, en La Albericia-, allí estaba para realizar las oportunas gestiones e incluso hasta ponía su propio coche para llevarles y traerles. Era así, sin más.

El Oriente, sobremanera aquellos que patean los campos de la comarca, lloran la muerte de Emilio Tuya -su progenitor, quien falleció hace ocho años, llegó a jugar en el Racing de Santander, allá por los años 1940 a 1946-, dado lo mucho que entregó al fútbol de cantera. Llegó a entrenar a los clubes más representativos de la comarca, tales como el Arenas del Sella, Ribadesella, Urraca, Deportiva Piloñesa, CD Llanes y Cánicas AC, entre otros; así como al Arenal Juvenil y al Siero "B". Dejó su impronta por muchos feudos de la comunidad autónoma asturiana, pero siempre volcado en aconsejar a los chavales más jóvenes.

Dotado de un gran don de gentes -prestó servicios en el sector de la Banca durante más de tres décadas en diferentes oficinas y sucursales del Oriente- Emilio Tuya tenía su domicilio familiar en Arriondas (Parres), donde falleció ésta pasada madrugada, a los 63 años, después de pelear hasta el último momento contra una enfermedad a la que no logró vencer. Eso sí, desde hace algunos años también pasaba largas temporadas en el pueblo leonés de Valdelugueros, donde fundó una escuela de fútbol. Además, las dos últimas campañas estuvo vinculado al CD Puente Castro FC, de León, en categoría juvenil y cadete. La muerte de Tuya deja un enorme hueco en el mundillo del balompié del Oriente, pues fueron decenas de chavales los que estuvieron a sus órdenes -algunos llegaron a militar en Segunda B- en las etapas que se mantuvo como entrenador, una afición para la que no escatimó tiempo ni esfuerzos.

Otra de sus pasiones era la pesca del salmón en aguas del río Sella. Y, por supuesto, enviar fotos y vídeos del tiempo registrado por lares leoneses a los diferentes medios informativos de televisión. Hoy, jueves, Emilio será incinerado en el Tanatorio El Salvador, en Oviedo, y en las tarde de mañana, a las 18.00 horas, tendrá lugar un funeral en la iglesia parroquial de Infiesto (Piloña).

¡Descanse en Paz!

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