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In memóriam

Julio Ampudia, uno de los "grandes" del Sella

"Era muy buen pescador y una gran persona". Así califica el presidente de la sociedad de pescadores "El Esmerillón", Antón Caldevilla, al recientemente fallecido Julia Ampudia Prieto, al que, lo que son las cosas, habían homenajeado a principios del pasado septiembre en el transcurso de la Fiesta del Pescador, donde estuvo arropado por su familia y amigos, recibiendo la distinción "Personaje Ejemplar-2017". La cuenca del Sella, así como también la del Cares-Deva, no tenía secretos para el octogenario Ampudia, uno de los máximos valedores en la defensa de la pesca tradicional y la cultura ribereña.

Natural del núcleo rural de Llanu Margolles (Cangas de Onís), aunque residente en Collera (Ribadesella) hasta su fallecimiento este miércoles último, se inmiscuyó en el arte de la pesca fluvial desde niño, con tan sólo 13 ó 14 años de edad. "Dominaba todos los cebos de pesca", asegura Caldevilla. Además, siempre destacó por su señorío a la hora de aconsejar a cuantos deportistas o ribereños se lo pedían. Más de seis décadas se dedicó de pleno a la pesca del salmón en aguas asturianas, sobresaliendo entre sus capturas el campanu del Sella de 2008, en El Arcu, adquirido en 6.000 euros por el hostelero Fernando Caso Rodríguez, gerente del madrileño restaurante "El Ñeru".

Charlar con Julio Ampudia era hacerlo con una persona plagada de anécdotas del mundo fluvial. Siempre con una sonrisa en su rostro. Una de tantas tenía como protagonistas a él y a su hermano Ramón. Aconteció en el Cares, en el coto Monejo. Ambos prendieron al mismo tiempo un salmón cada uno, pero habían dejado olvidada la sacadera en el coche. Después de un rato de pelea, agotados los peces, Julio tomó las dos cañas, en tanto Ramón iba a por la sacadera al automóvil. Al final, de nuevo a pie de río Ramón echó a tierra los dos salmones de un viaje, en vez de sacar uno primero y el otro a continuación.

"Cuántas historias de pesca vividas en este emblemático río nos podría contar Julio, que podríamos sumar a las ya acumuladas durante siglos en torno al mismo, como cuando -hace ahora justo 400 años- Fray Andrés de Salazar arrendó la barca de Villanueva por tres ducados al año a Cosme Pérez, de Sobrepiedra", apuntó el cronista oficial de Parres, Francisco José Rozada Martínez, al glosar la figura de Ampudia en el homenaje que se le tributó el 3 de septiembre, a la sombra de El Puentón, a la vera del páter Sella, en la Fiesta del Pescador organizada por "El Esmerillón" en colaboración con el Ayuntamiento de Cangas de Onís.

Otro "grande" del Sella que se nos ha ido, en silencio, a los 81 años de edad. Allá, donde descanse en paz, a buen seguro que las tertulias salmoneras estarán a la orden del día, junto a Angelín, el Molineru, y tantos otros compañeros de fatigas en la pesca fluvial, en tiempos francamente duros. Hoy, Collera, Ribadesella y Asturias lloran a Julio Ampudia, un paisano de la cabeza a los pies, buen padre y abuelo, amigo de sus amigos y apasionado de la pesca del salmón. Todo el mundo habla bien de él. El funeral tendrá lugar este mediodía (13.00 horas), en la iglesia parroquial de San Martín de Collera. ¡Descanse en Paz!

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