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Un insulto a la inteligencia

El senador valenciano que desprecia los símbolos de Asturias

Covadonga no se merece ningún tipo de insulto, por muy diputado que sea algún iluminado que tiene el "honor" de sentarse en un escaño del Senado de este país, antes llamado España. Las babayadas vertidas por el sujeto han herido a muchos asturianos y asturianas, entre los que me encuentro, pues, cuando se carece de argumentos no es lo mejor echar la lengua a pacer. Puede que los suyos, adalides de la libertad de expresión, aplaudan hasta con las orejas las proclamas soeces lanzadas por el sujeto de Compromís, poniendo a caldo símbolos de nuestra querida tierra astur, cuna de la Reconquista.

Todo ello por una moción presentada recientemente en la Cámara Alta por la senadora forista Rosa Domínguez de Posada en la que pedía la realización de una emisión filatélica con un sello por cada centenario y, del mismo modo, acuñar una moneda conmemorativa de dos euros según la normativa europea. También sugirió la emisión de una moneda de treinta euros en plata para conmemorar los 1300 años del origen del Reino de Asturias. La moción en cuestión fue respaldada, finalmente, por 217 votos a favor, 21 abstenciones y únicamente 2 votos en contra.

Pues bien, el debate se avivó a causa del desprecio de un senador nacionalista valenciano a la historia y orígenes del Reino de Asturias, por ende a Don Pelayo y a todo cuanto rodea a Covadonga.

No había mejor manera para mostrar disconformidad a la moción de Domínguez de Posada que poner el ventilador -Carles Mulet- para expandir supuesto estiércol sobre todos aquellos que piensan diferente y tienen una gran devoción al santuario de Covadonga que, por si fuera poco, también solemniza en este actual ejercicio el Año Jubilar.

Hace unos cuantos años atrás, allá por diciembre de 1982, el Pleno del Ayuntamiento de Cangas de Onís sacó adelante una moción del entones alcalde por UCD, Luis Miguel Ortiz Cortés, en la que pedía declarar persona non grata a Camilo José Cela por una frase publicada en la revista Los Cuadernos del Norte, cuyo director era Juan Cueto. El académico gallego había dicho, según recoge al acta de la susodicha sesión plenaria de 30 de diciembre, entre otras cosas: "¿Qué la Virgen de Covadonga es pequeñina y galana? ¡Pues, que se joda!". La moción fue aprobada por unanimidad de los grupos (UCD, AP y PSOE). Y aún, pese al tiempo transcurrido, sigue intachable. Cela, que ganó el Premio Nobel de Literatura (2003), murió sin que el Consistorio anulara aquel acuerdo, pese a que hubo alternancia en las posteriores Corporaciones Municipales.

De aquella ya salieron de las catacumbas algunos piropos acusando a sectores "ultras" de atentar contra todo un académico y autor de "La Familia de Pascual Duarte". Ahora, salvando las distancias, otro iluminado del presente panorama político del país verborrea nuevos agravios al achacar de franquista, a la vez que fascista, la propuesta de la senadora Rosa Domínguez, poniendo en solfa los tres centenarios que se celebran en este rincón del oriente del Principado de Asturias. ¿Libertad de expresión? Yo diría que una falta de respeto hacia una gran mayoría de asturianos y asturianas, comprometidos y devotos de la Santina.

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