La apertura del nuevo Centro de Salud Mental de La Corredoria, Oviedo, el próximo día 1 de junio, con una capacidad de 22 camas destinadas a los pacientes psiquiátricos "subagudos", debería ser una buena noticia porque se aportan recursos terapéuticos a un sector de la salud escaso en ellos. La Salud Mental ha sido siempre la pariente pobre del sistema sanitario.
¿Por qué hablamos entonces de involución en la atención a la Salud Mental?
Porque la apertura de la unidad se hace a expensas del personal que actualmente atiende el ETAC (Equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario) y de entrada se cierra ya el 1 de junio el centro La Casita de Siero. ¿Pretenden acaso que nos creamos que van a abrir la unidad y mantener el ETAC con los mismos profesionales?
Porque esto se hace sin apoyo de los trabajadores de unidad de Salud Mental.
Porque se incumple de forma clara lo que el consejero Faustino Blanco aseguró en su visita en noviembre en Avilés.
Porque es suficientemente conocido el buen funcionamiento y el impulso positivo del ETAC en Avilés y en otros lugares.
Porque, en fin, todo se hace chapuceramente y a escondidas, a final de la legislatura, sin contar con los trabajadores ni con los pacientes y familiares, y sin disponer del marco adecuado, que hubiera sido la actualización del Plan de Salud Mental, prometido a principio de la legislatura.
¿Quién va a asumir "el éxito" sanitario y electoral de esta "brillante" operación de última hora? ¿José María Fernández, coordinador del Área de Salud Mental? ¿Tácito Suárez, gerente del SESPA? ¿Bruno Bárcena, director regional de Salud Pública?
Todos ellos tienen responsabilidad, pero sin duda, el máximo responsable es Faustino Blanco, consejero de Sanidad, ferviente defensor del modelo Avilés en público, pero incapaz de sostenerlo con hechos.
Desde la Plataforma Ciudadana Contra los Recortes y en Defensa de los Servicios Públicos de Avilés y Comarca exigimos responsabilidad, coherencia y recursos suficientes para mantener una sanidad de calidad para toda la ciudadanía.
