Noticia de portada en LA NUEVA ESPAÑA: "El tripartito mantendrá la plantilla de las escuelas infantiles".

Las educadoras sudamos este agosto en Oviedo más que si hubiésemos subido a la Giralda de rodillas. Se veía llegar un curso escolar cargado de dificultades y lloros compartidos: trabajadoras, sindicatos, asociaciones, familias sonándonos la nariz al unísono.

Somos pulpos agarrando biberones, repartiendo pinceles, dando suaves caricias. No pueden cortarse a hachazos los brazos que sostienen bebés ni deben extirparse los ojos que los vigilan y admiran. Protestamos, denunciamos, escribimos, nos reunimos y pedimos desde las entrañas ¡cordura!

Hubo una época en la que nuestras demandas tuvieron que ser resueltas favorablemente hasta en el Tribunal Supremo... Ahora no luchábamos por nuestro reconocimiento salarial, ahora nos jugábamos el desmantelamiento de un servicio que debe ser de calidad. Hemos conseguido transmitir nuestro sentir, hacernos escuchar y explicar como las mejores catedráticas ante alumnos receptivos y sensibles lo que estaba ocurriendo.

Esto no es un juego, hay mucho que avanzar y mejorar. La pelota se lanzó al despacho de la Administración y el partido ha comenzado con un buen árbitro. Autoridades municipales, tomen asiento y disfruten: canchas llenas, estadios a rebosar de color, movimiento y música. Al final del encuentro recibirán la ovación predilecta, la que "escarabaya el pelleyu", la sinfonía de risas de los niños y niñas que miran al futuro.

Enhorabuena por atreveros a rectificar, felicidades Oviedo.