La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar mateína

No acumulable

El patrón de Oviedo es San Salvador, o sea, Dios, y nuestras fiestas vienen del siglo IX, con la celebración organizada por Alfonso II después de construir la Cámara Santa, donde guardó las reliquias del Arca, recién adquiridas y, según el jodido carbono 14, recién fabricadas. Nuestro rey, casto pero resuelto, quiso atraer turismo con el fin de sufragar las obras de la Catedral y, con la bula de los sucesivos papas, Adriano I y León III, ofreció el jubileo a los peregrinos, "indulgencia y perdón de la tercera parte de sus pecados" a todos los que hicieran una visita piadosa a la Cámara, confesaran, comulgaran, oraran por el buen fin de las obras de ampliación y, condición sine qua non, dejaran sus limosnas entre el 14 de septiembre, día de la exaltación de la Cruz, y el 21, día de San Mateo. La tercera parte de los pecados se perdonaba; oferta no acumulable por otras promociones, ni canjeable. Infórmate.

Compartir el artículo

stats