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Portavoz del PP

Los ovetenses deben tomar la voz y la palabra

En apoyo a la Plataforma Cívica por los Premios

Es normal culpar a los políticos de todos nuestros males. Si hacen, porque hacen; y si deshacen, porque deshacen. Pero, en algunos momentos, la crítica en sí misma no es suficiente y la sociedad civil tiene que asumir un protagonismo directo en la definición y en el desarrollo de la ciudad en la que vivimos.

En Oviedo ha habido un cambio de Gobierno y es fácil comprobar que la capacidad de reacción de la sociedad se ha ralentizado hasta casi desaparecer, y no porque no haya causas suficientes para plantear una reacción. Es evidente que contra el Gobierno del PP se protestaba mejor porque no cabía esperar de él reacción vengativa, sino más bien ánimo de buscar soluciones. Hoy, la "masa critica habitual" se está resituando frente a un Gobierno con el que ideológicamente mantenía claros vínculos y, pese a que ahora le empiece a defraudar, no se atreve a enseñarle los dientes por temor o por camaradería malentendida. Y el resto de la sociedad asiste fría y expectante a todos los despropósitos que vivimos sin tomar una postura beligerante por temor, por falta de práctica o, simplemente, por lejanía, ante un Gobierno con afán de perseguir a quienes no piensen como ellos.

Creo que todo este silencio social muestra que existe un cierto temor en la sociedad ante este Gobierno radical, lleno de ocurrencias y divisiones internas, que parece capaz de cualquier cosa. Y es necesario que la sociedad ovetense supere ese temor y tome la voz y la palabra para defender las cuestiones que, realmente, son fundamentales para el futuro de Oviedo. Y una de ellas son los premios "Princesa de Asturias", que pueden y deben ser la referencia para que la sociedad ovetense muestre cuál es su interés, cuál su deseo y cuál la ciudad que quiere. Estoy seguro que a los responsables de la Fundación no les agradará este protagonismo, pero es así: los Premios son hoy el punto de inflexión entre el Oviedo racional que mira al futuro y el Oviedo que mira al pasado y que cree que increpando a los Reyes construye una revolución cuando, en realidad, está poniendo en peligro un gran proyecto para Asturias.

No creo que exista ni una sola ciudad en el mundo ni ningún Gobierno municipal de ninguna ciudad del mundo - salvo el destripartito de Oviedo- que pusieran pega alguna a estos Premios y que no desearan ser su sede y beneficiarse con su noble y universal influencia.

Es evidente que Wenceslao López carece de autoridad, voluntad o convicción para poner a cada cual en su sitio. Es evidente que el PSOE asturiano carece de autoridad, voluntad y convicción para poner orden en este desaguisado ridículo que sitúa al Presidente socialista de Asturias al lado del Alcalde socialista de Oviedo mientras el gobierno municipal que ellos amparan convoca y alienta una manifestación para insultar a los Reyes y a ellos.

La sociedad civil ovetense tienen que salir a la calle para defender los Premios y para demostrar que quienes han hecho un objetivo de privar a Asturias de estos galardones, no nos representan y sólo están jugando el perverso juego de la revancha y la venganza para destruir lo que todos queremos y hemos construido con sacrificio y entusiasmo.

Ha llegado el momento de decir basta: la última ocurrencia es convertir el salón de Plenos municipal en un albergue para camaradas de la izquierda radical, "la marcha de la dignidad", que sólo tiene razón de ser desde una perspectiva sectaria, trasnochada y vengativa. Quieren ir contra los Premios jaleando a un movimiento radical que más que defender la libertad, va contra la libertad. Estamos ante un abuso democrático porque a nadie le cabe duda que este destripartito se opondría ferozmente a ceder el Salón de Plenos a una marcha por la vida o por la familia. Es decir, han ocupado las instituciones y las van a utilizar sin reparos ni vergüenza para sus intereses. Quieren imponernos su sectarismo y su clientelismo político construyendo un Oviedo peor, menos democrático, menos liberal y más temeroso. Nos están intentando someter poco a poco a la dictadura, que es el norte de su ideario. Y quieren burlarse de las instituciones y de Oviedo hasta el punto de favorecer el camping en el Ayuntamiento. Ese, e increpar a los Reyes y tratar de hundir los Premios, es el no va más de su revolución.

Frente a esta indeseable forma de actuar, los premios "Princesa de Asturias" son el estandarte de la libertad y del Oviedo y de la Asturias universales que, siguiendo su impulso, pueden construir el futuro mejor que queremos y merecemos. La sociedad ovetense tiene que manifestarse, salir a la calle y gritar más que los que siempre han creído que gritando representan a más sociedad y a más verdad. Quienes tienen que sentirse derrotados el día de la entrega de los Premios son quienes quieren generar una fractura imposible entre los Reyes y los Premios con la sociedad ovetense, quienes quieren convertir el Ayuntamiento en un camping partidista y sectario. Como diría uno de los idealizados ídolos del destripartito, el Che Guevara, si fuéramos capaces de unirnos, "qué hermoso y qué cercano sería el futuro". Hagamos cercano un futuro mejor defendiendo unidos los Premios para Oviedo y por Oviedo.

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