Por qué queréis quitar los Premios?". Ésta es la pregunta que me hicieron varias personas la semana pasada y, aunque mi respuesta fue invariablemente "no", sé que estos ciudadanos preocupados no me creyeron, pues la acciones del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, dirigido por un Alcalde socialista, les reafirmaba en su malestar.
Una semana que desde hace más de treinta años se conocía como "la semana de los Premios", se ha convertido este año en "la semana de los despropósitos".
Siete días que deberían haber sido aprovechados desde el gobierno municipal para organizar actos que reforzaran los programados desde la Fundación Princesa de Asturias, se convirtieron casi en un sin sentido alimentado por declaraciones extemporáneas a los medios de comunicación y por los actos incendiados y permitidos desde el equipo de gobierno municipal en contra de los premios "Princesa de Asturias".
Bajo las palabras de "la dignidad" hemos visto como un grupo de personas se instalaban en dependencias municipales, en el Ayuntamiento de todos los ovetenses, una institución querida y respetada por todos los ciudadanos sean cuales sean sus ideas o preferencias partidistas. Por unas horas el Ayuntamiento y la plaza de la Constitución se convirtieron en un "hotel" particular, y la pregunta es: ¿Puede convertirse una casa consistorial en chiringuito de tienda de campaña? Podríamos imaginarnos esta situación durante la entrega de los Premios Nobel? Este es un despropósito sin parangón.
¿Cuántas ciudades del mundo no desearían ser huésped de un acontecimiento como los Nobel, o como los premios "Princesa de Asturias"? Estos Premios representan nuestra imagen, la imagen de una ciudad que pese a las circunstancias de crisis que le afectan, es capaz de ser el escenario de una acontecimiento de reconocimiento internacional.
La imagen de estos días era penosa, no hay excusa. ¿Cómo se puede abrir las puertas de una institución para acoger a quienes menoscaban su sentido de ser? ¿No existía otra forma de evitar esta imagen de protesta contra uno de los actos más meritorios e internacionales de esta ciudad? ¿Evitar la violencia? Extraño. Sus armas, o las que se vieron, eran camisetas de colores, tortillas y botellas de cerveza.
No tiene sentido que un Alcalde permita ocupar las dependencias del Ayuntamiento para manifestarse en contra de unos actos en los que el mismo Alcalde participa.
Que personajes como Nelson Mandela, Elizabeth Taylor, Woody Allen, Paul Krugman, o, como estos días, Francis Ford Coppola hayan pasado por Oviedo a recoger el Premio, y los ovetenses y asturianos hayamos tenido la oportunidad de asistir a los actos organizados por la Fundación, no importa. Que en el año 2004 la Unesco haya reconocido a los premios "Príncipe de Asturias" por su aportación al patrimonio cultural de la humanidad en una declaración extraordinaria, no importa. Que los Premios estén considerados como los más prestigiosos galardones que se entregan en nuestro país y que convierten a Oviedo en la capital mundial de la cultura, tampoco importa.
Lo que importa es intentar tapar todo esto con un falso debate monarquía-república utilizando como combustible la asistencia de los Reyes.
La Constitución del 78 elaborada con un amplio consenso para que pudiera ser aceptada por las diversas fuerzas políticas reconoce la soberanía popular como única y establece la monarquía como forma de Gobierno. Una Constitución que fue refrendada por todos los españoles democráticamente en referéndum y que nos permitió terminar el proceso de transición que nos llevaría de la dictadura a un sistema democrático.
En diciembre se celebrarán elecciones generales: ese es el momento de plasmar en los programas electorales los diferentes modelos de Jefatura del Estado que cada uno defiende. Luego, el voto decidirá. Pero tan importante es votar como atenerse a lo votado. En fechas próximas se elaborarán los presupuestos de Oviedo para 2016 y espero que, como se vino haciendo siempre el Grupo Municipal Socialista siga manteniendo el respaldo a los Premios y lo manifieste apoyando la dotación presupuestaria que los galardones tienen en la actualidad. No quiero que los ovetenses me sigan parando por la calle y me sigan preguntando "¿por qué queréis quitar los Premios?", y siga sin tener argumentos para decirles que no, que los socialistas estamos con Oviedo y con lo que es bueno para Oviedo.
