El refinado Lucio Ángel Vallejo, teólogo, miembro del Opus y ecónomo que fue de la diócesis de Astorga, fue detenido por presunto divulgador de secretos contables (parece oxímoron: ¿son secretos o son contables?) sobre la Iglesia. Al escuchar la noticia pensé si había descubierto al asesino del papa Juan Pablo I, el tercer secreto de Fátima, las verdaderas dataciones de la Sábana Santa o del Santo Sudario de Oviedo, el misterio de la Santísima Trinidad o, en tratándose de un asunto económico, el truco del milagro de los panes y los peces, pero se trata de una revelación de muchísimo mayor calado, que se publicará en un par de libros; uno saldrá hoy a la venta, "Via Crucis", de Gianluigi Nuzzi, el otro el próximo jueves, "Avarizia", de Emiliano Fittipaldi, y acaso desvelen alguna oscura trama financiera de los ministros de la Iglesia, como si la Curia estuviera dando a Dios lo que es del César.
