En Cenera, inmerso en el folclore autóctono y abierto al alóctono, se falla hoy el premio Serondaya a la Innovación Cultural, en la modalidad de las Letras. En El Llagar, con Fulgencio Argüelles, alma de esta iniciativa, nos reuniremos Jesús Fernández, Ángeles Caso, Laura Castañón, Alberto Piquero, Antonio Fernández, Araceli Iravedra y un servidor, para elegir entre estas candidaturas: Consorcio de Bibliotecas de Barcelona, Biblioteca Olvido (Burkina Faso), Academia de la Llingüa Asturiana, Mandarache (Cartagena), Letrak-Futbola (Bilbao) y Encuentros de Verines (Pendueles-Madrid). El premio es a la innovación, no a la extravagancia, ni a la novelería; un premio al que muda o altera las cosas y aporta novedades, reinventa, dispone lo antiguo y lo tradicional de manera inédita, no vuelve las cosas a su lugar y es enemiga del dogma. Una vez más, felicidades a Serondaya, que al otoño vuelve primavera.
