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Neumólogo

La contaminación atmosférica y la salud de los niños

La vulnerabilidad de los menores ante las condiciones ambientales nocivas

Numerosos e insistentes pronunciamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llaman la atención sobre la contaminación atmosférica y sus importantes efectos sobre la salud, estimada en 3,7 millones de muertes prematuras y prevenibles al año.

La principal fuente de contaminación de la atmósfera en ciudades son las emisiones del tráfico rodado, sobre todo los motores de gasoil, pero hay otras fuentes múltiples de contaminación industrial (plomo derivado de las baterías, mercurio de la minería del oro, pesticidas, etc.) Mientras que dentro de las viviendas contamina el humo del tabaco, los aparatos de gas, hornos y cocinas de carbón y biomasa y humos derivados de freír.

Las partículas finas (PM10) son los componentes del aerosol atmosférico más lesivos para la salud. Por su escaso tamaño llegan al pulmón profundo (donde el intercambio de gases tiene lugar) y transportan gotas de ácidos, ozono y SO3. En recientes años, numerosos estudios epidemiológicos han mostrado repetidamente que los niveles de contaminación se asocian con efectos nocivos para la salud, con efectos cardiopulmonares que incrementan la morbilidad y la mortalidad de las personas con enfermedades crónicas, con más ingresos hospitalarios, visitas a urgencias hospitalarias y consultas, y una mayor mortalidad.

Los niños son más sensibles a los contaminantes atmosféricos que los adultos debido a la lenta maduración del pulmón, que no completa su desarrollo hasta los 22 años, aproximadamente. En los primeros años los alveolos no están conformados y los bronquios tienen sus paredes gruesas por lo que su luz es estrecha y propicia a obstruirse por cualquier irritación, dando lugar a problemas de tipo asmático, que se acentúan cuando el aire respirado contiene contaminantes.

Un importante trabajo de investigación en California, publicado en el New England Journal of Medicine, estudió los efectos de la contaminación atmosférica sobre el desarrollo del pulmón y la función respiratoria, registrando simultáneamente los parámetros de la contaminación atmosférica. Los resultados mostraron una correlación significativa negativa entre los índices de contaminación y los valores de función pulmonar y el retardo en el crecimiento del pulmón, durante los 8 años de seguimiento del estudio.

Investigadores dirigidos por el Dr. Gaudeman crearon el Children´s Health Study. Un estudio longitudinal de salud respiratoria valorando la exposición a la contaminación por tráfico rodado y su efecto sobre el desarrollo pulmonar en niños. Los resultados publicados en el NEJM 2015, mostraron que los niños que vivían a una distancia de 500 metros de una autopista tenían el crecimiento pulmonar enlentecido cuando se comparó con los niños que vivían a 1.500 o más metros de distancia de la autopista. Este efecto adverso de respirar aire de la autopista, era independiente de la calidad regional del aire, afectando a todos los niños expuestos y no sólo a subgrupos susceptibles.

La contaminación de la atmósfera por las emisiones de los motores diesel, provoca en los niños alteraciones respiratorias que pueden dejar secuelas graves y riesgos de padecer enfermedades cardiorespiratorias en la vida adulta. Pero es más que probable que los efectos adversos sobre la función pulmonar continúen en la vida adulta, manteniendo un defecto de función pulmonar que puede facilitar la aparición de enfermedad respiratoria o cardiaca.

Investigadores del CREAL, -el Instituto Municipal de Investigaciones Médicas- de Barcelona, dirigidas por el Dr. J. Sunyer (con trabajos en los que actualmente colaboran investigadores de la Universidad de Oviedo y del Hospital de Avilés) han publicado que la exposición a contaminantes atmosféricos originados por la emisión de escapes de tráfico pueden dar lugar, además, a un enlentecimiento de las funciones cognoscitivas de los niños expuestos. Esta alteración podría, por tanto, dañar de forma importante el rendimiento educativo.

En resumen, los estudios demuestran que la contaminación del medio ambiente es una importante causa de enfermedad y de muerte en ciudades de todo el mundo, también para los niños, observando una distribución muy desigual que afecta en mayor medida a personas de renta media y baja. Pero sobre todo, y esto es lo más importante es un problema de salud prevenible. Exijámoslo.

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