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La mar de Oviedo

Robin

Si tiene problemas el Ayuntamiento en la gestión del Catastro, para sacar buhardillas y sótanos debajo de las tejas y de las piedras, ahora pretende ligar estos valores con los ingresos de los propietarios, de suerte diversa, y obtener la fórmula, el algoritmo que cada año combine el bien con su dueño y fortuna, para atracarlo con todas las de la ley, como Robín de los Bosques. El caso es que no veo compensación, no nos preguntan los ingresos al comprar el pan y los garbanzos; la chapata y las uvas cuestan lo mismo al que gana mil que al que cien mil, ni nos piden la nómina en los gastos comunitarios de la vivienda, ni al comprarla, y, lo más sangrante, tampoco hay descuentos para que quienes ganan menos del salario mínimo interprofesional y tengan familiares a su cargo puedan adquirir un yate digno. ¿Por qué no creáis ricos, robones de los bosques?

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