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La mar de Oviedo

Flauta

El feto humano, desde la semana 16, escucha sonidos del exterior, y a ello se aplica el Babypod (cuesta 120 euros), un altavoz con forma de bola china, que se desliza por la vagina de la embarazada, del que cuelga un cable para conectar al tocadiscos. Mediante una ecografía, se ha comprobado que al escuchar la "Partita para flauta sola en la menor", de Bach, las criaturas se despiertan, hacen gestos con la boca y sacan la lengua, algo que no hacían al ponerles altavoces en la barriga de las madres que los iban a parir. Este invento permitirá detectar la sordera fetal, aunque mal sabremos si a los oyentes nonatos les gustará Bach a esas alturas de la vida o les parecerá un coñazo. Pronto atinaremos a introducir una flauta por la boca del alma de la madre para embocarla al feto, y en el caso de que sonara, además de detectar bebés prodigio, descartaríamos problemas pulmonares.

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