El PP no recula, cumple sus compromisos. Como puede ratificar el presidente de los hosteleros, José Luis Álvarez Almeida, cuando se cerró el último proceso de negociación sobre la ordenanza de terrazas, yo me comprometí con él a que, si era reelegido Alcalde, y una vez que se pusiera en marcha la ordenanza, abriría un nuevo proceso de diálogo y estudio con hosteleros, vecinos y asociaciones de personas con otras capacidades para analizar todos los problemas que se detectaran. Por eso lo que expuse el viernes no es "recular" sino ser consecuente con lo prometido.
Y quiero explicarlo porque, por mucho que periodísticamente pueda resultar goloso, no quiero favorecer polémicas sin sentido, pues ya me imagino que ahora la continuación será preguntar a las asociaciones vecinales que les parece "el recule" del PP. Mi posición sigue siendo la misma de siempre y en ese sentido reafirmo mi criterio de que no se podrá llevar adelante ninguna modificación de esta ordenanza aprobada por todos los partidos si no hay acuerdo con vecinos, asociaciones de personas con otras capacidades y hosteleros. No hay lugar para polémica alguna.
Una ordenanza como ésta es un asunto muy complejo técnica y socialmente. Los hosteleros mantuvieron desde el principio que se podían dar problemas de difícil encaje y plantearon soluciones que los técnicos municipales no veían claras. Por eso, ya entonces resultó evidente que había que estar abiertos a una revisión en el mismo momento en que se pusiera en marcha y se plantearan problemas concretos en zonas concretas. Problemas que ahora sí podrán ser estudiados por los técnicos para buscar soluciones. Y pongo un ejemplo: se dice que algunas terrazas deben estar a 3 metros de la fachada. ¿Pero desde dónde se mide la fachada: desde el alero o desde el muro? Esa diferencia puede marcar que haya o no terrazas en algunas zonas. Otro ejemplo: se plantean mesas accesibles (una altura de 70 centímetros) pero la tecnología posibilita que pueda haber mesas con patas que permitan regular la altura. ¿Es eso aceptable por todos los colectivos implicados? Por eso pedimos una comisión municipal amplia, con representación política, técnica y de los vecinos, hosteleros y personas con problemas de movilidad, para analizar la situación y los casos concretos, y buscar soluciones consensuadas que nos permitan cerrar una ordenanza que satisfaga a todos. No se trata de enfrentar los intereses de hosteleros, vecinos y asociaciones, sino de propiciar el mayor consenso entre ellos a la luz de las consecuencias que implica la nueva ordenanza.
Estoy seguro de que ni para mi ni para José Luis Álvarez Almeida éste fue el tema más importante de los tratados el viernes, porque él ya era consciente de que íbamos a ser fieles al compromiso de apoyar el reestudio de la ordenanza a la luz de los problemas que su aplicación está planteando y que lo vamos a hacer con la clara intención de buscar el máximo punto de consenso entre todos los colectivos implicados.
Para mí, y para él, lo más importante fue la constatación de que estamos ante un Gobierno que olvida el turismo, los congresos y la promoción económica de Oviedo, que se ha empeñado en dividir al sector de la hostelería y que ha cerrado todos los cauces de colaboración con el mismo. Lo más importante es plantear alternativas, como un "gastrocristo", a imagen y semejanza del "gastromateo", para que los hosteleros del Cristo y Montecerrao participen y cambien las fiestas de esta zona de la ciudad. Es menos alarmista y seguro que origina menos réplicas y polémicas, pero, sin duda, más veraz y sensato con lo que se habló en la reunión del PP con los representantes de hostelería.
