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El Real Oviedo de y en Oviedo

Sobre el debate a costa de la ubicación de la ciudad deportiva de la entidad azul

Yo creo que todos los oviedistas estamos de acuerdo en que el futuro del Real Oviedo se debate en los campos de fútbol, pero estaremos de acuerdo también, en que su proyección se destila además en otros terrenos que van desde la adaptación de su campo a las exigencias de la Liga hasta su configuración como un proyecto de futuro con ciudad deportiva y visión de gran empresa.

Y así, dentro de todo el convulso mundo político que estamos viviendo en Oviedo, en Asturias y en España, ahora, en esta ciudad nuestra, se destapa este nuevo (otro más) conflicto, esta vez sobre el futuro de nuestro equipo.

En Oviedo ya hemos pasado muchas vicisitudes con el Real Oviedo como para aprender de los errores, olvidarlos y apostar, sin fisuras, por el futuro. Y el futuro no admite reservas, ni regates cortos, ni posturas timoratas. El futuro, y más desde que el Grupo Carso lo despejó con su decidida apuesta por nuestra sangre azul, impone que esta ciudad y el Real Oviedo deben marchar juntos, trabajar juntos y apostar juntos por el futuro deportivo y social del Real Oviedo.

Hay que hablar de futuro y no de pasado. Quien quiera entender lo entenderá y quien no lo quiera hacer seguirá intentando ahondar en la herida. Sólo puedo decir, con todos los datos en la mano, que en mi etapa como Alcalde de Oviedo trabajé sin descanso, con todo el entusiasmo y sin ni una sola reserva, para garantizar que el Real Oviedo tuviera el futuro, que ahora mismo ya es presente, y que a los oviedistas nos llena de esperanza ante logros mucho más importantes que están a nuestro alcance.

Y todo ese esfuerzo de tanta gente hay que aprovecharlo, no puede diluirse ahora. No puede perderse ahora por discrepancias que no entiendo entre el Ayuntamiento y el club. El Real Oviedo es un capital de los ovetenses; un capital de esta ciudad, que tiene que ser de esta ciudad; que tiene que estar en esta ciudad y que tiene que concitar la unanimidad de esta ciudad, porque es un elemento estratégico de futuro para ella.

Ya sé que ahora lo más fácil, dentro de esta pobre política que se trata de fortalecer echando las culpas a los anteriores gobiernos, es, precisamente, tratar de centrar todo el fracaso de la relación con el Real Oviedo en lo que hizo o dejó de hacer el anterior Gobierno municipal. Pero a mí, como responsable de ese anterior Gobierno municipal, me basta ser muy consciente de que los responsables del Real Oviedo saben, porque lo saben, que si hoy siguiera siendo Alcalde de Oviedo, ni ellos, ni el Real Oviedo, ni Oviedo tendrían los problemas que estamos sufriendo en estos momentos. A estas alturas el campo estaría perfectamente sectorizado, estaríamos construyendo los nuevos palcos que el club considera necesarios, y estaríamos negociando de forma franca todos los aspectos que el club precisase, siempre respetando las decisiones del Grupo Carso.

Estaremos también todos de acuerdo en que esta ciudad, este país, tiene que buscar un futuro mejor para todos. Invertir, generar riqueza, apoyar proyectos de crecimiento y desarrollo y generar mejores condiciones para las personas.

Y en esta línea, para Oviedo es una apuesta estratégica de futuro apoyar y financiar la consolidación del proyecto del Real Oviedo no sólo como una alternativa deportiva para alcanzar la máxima categoría, sino también como una opción para construir un escenario social, cultural, deportivo y ciudadano que sirva de referencia y que ayude a consolidar un proyecto que tiene una enorme trascendencia para Oviedo.

Las revisiones del pasado no van a ayudar a construir ni el presente, ni el futuro y lo que es absolutamente innegable es que la nueva situación de la entidad, compitiendo en la LFP, requiere de nuevos compromisos. No se parecen en nada las necesidades del club en sus últimos años con las que tiene hoy mismo y las que todos deseamos que tenga en el medio y largo plazo. Ahí, el Ayuntamiento debe saber qué papel le toca desempeñar. El Real Oviedo está por encima de colores políticos y de ataduras ideológicas.

Si el Real Oviedo necesita sectorizar su estadio, nuevos palcos y mejoras en el mantenimiento del campo, todo ello, debe conseguirlo en Oviedo, con apoyo de Oviedo y, por supuesto, de su Ayuntamiento. Si quiere construir una nueva ciudad deportiva hay que darle todas las facilidades posibles, y dar facilidades es tender puentes y no levantar barreras innecesarias, dar facilidades es no entrometerse en la decisión de quién va a hacerse cargo de su financiación; dar facilidades es, en definitiva, no tratar de imponerle condiciones y sí de ofrecerle soluciones.

Hay temas en los que no debería caber la discrepancia entre los partidos más serios. La unidad de España, todo lo que concierne e incide en el crecimiento económico y, en Oviedo, el Real Oviedo. En lo que concierne a lo más nuestro, a lo cercano, a lo de los ovetenses y oviedistas, en cuanto al Real Oviedo, espero que este Gobierno tripartito se ponga de una vez a trabajar en serio y opte finalmente por apoyar, por colaborar y por comprometerse con el futuro del club, para que siga ligado en toda su proyección a nuestro municipio. Que así sea.

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