La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El fiel enfado con Dios

Veía cada semana a José María Fernández del Viso en el café de los sábados, donde hacía gala de su rotundo carácter independiente y crítico. José María, un hombre de mi generación, conservaba el ácido sentido del humor de siempre y se quejaba en estos años de que la mayoría de sus amigos, que eran muchos -Manolo Brun, Juan Ramón Pérez las Clotas, Pepe Cosmen y un largúisimo etcétera- ya se habían ido al otro mundo.

Abrumado por una serie de rápidas desapariciones familiares, sobre todo la muerte de su mujer y la de sus hermanos, uno de ellos por salvar a otra persona a punto de ahogarse en la playa de Salinas, se declaraba enfadado con Dios; en definitiva, una auténtica manifestación de fe.

Así lo comprobarían las monjas Pelayas de Oviedo, con las que continuaba manteniendo mutua simpatía y asistiendo a muchas de sus musicales horas canónicas. Lejanos están los tiempos de sus importantes responsabilidades al frente de la empresa del diario local "La Voz de Asturias" en los años 70, donde contribuyó a mantener el nivel de difusión del que fue segundo diario ovetense.

Concejal más tarde, como activo militante del Partido Popular en el Ayuntamiento presidido por Gabino de Lorenzo, Del Viso realizó una lúcida gestión, que tuvo que ver con la promoción de las temporadas líricas en el Campoamor y el fomento de actividades de todo tipo desde la presidencia de la Fundación Municipal de Cultura, que desempeñó con gran efectividad durante años.

Algo desengañado de la política, abrumado por una sucesión de acontecimientos familiares adversos, José María mantuvo con fidelidad el contacto con sus tertulias en Oviedo, en Gijón, en Avilés y sus certeras colaboraciones en LA NUEVA ESPAÑA hasta ahora mismo con la aguda "guinda" de su "Nota al margen" al final del texto.

Dolorosa sorpresa para nosotros, sus amigos, la inesperada muerte de José María, un hombre simpático, dinámico, apasionado y certero, que ha dejado una huella positiva de su paso en este mundo. Es el momento de la verdad para aquellas sus palabras que alguna vez escribió: "Si aciertan mis Pelayas y es verdad que hay otra vida, cuando lleguemos allí Pepe Cosmen lo tendrá todo dispuesto y ya seremos felices".

Así imploraremos el martes en el funeral.

Compartir el artículo

stats