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Oviedo, cuna del Prerrománico europeo

La potencialidad del arte asturiano como motor económico

Es normal que para apreciar la vida de una ciudad necesitemos compararlo con otras. Lo digo porque, de tanto mirarnos el ombligo, podemos llegar a adocenarnos. Aunque los medios de comunicación -un día, otro y el siguiente-, nos aleccionan sobre los grandes problemas que asolan, en este caso, al Principado de Asturias: envejecimiento de población; decadencia de transportes ferroviarios y terrestres; deterioro del medio ambiente; pobreza, incendios, declive del tejido industrial y empresarial, continuo cierre de negocios, desempleo? Todo esto y mucho más si, como es preceptivo, añadimos educación, sanidad y un singular desprecio por la cultura, podemos sintetizarlo en sensible pérdida del famoso estado de bienestar y pensamiento crítico. Sin embargo, casi se puede afirmar que nos mostramos tolerantes -sin que sirva de precedente, por una vez, haré referencia a la corrupción moral, intelectual y monetaria que arruinó España- ante la serie de malversación, cohecho y prevaricación de estos (diré presuntos para cuidarme las espaldas) delincuentes que jamás devuelven al erario público lo sustraído.

No sé la razón pero ya me fui por peteneras. Lo que pretendía contarles es extensible a cualquier ciudad de España que vayas, conste que no hablo de grande capitales como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla?, sino las que tienen tamaño y número de habitantes parecido al de Oviedo, por ejemplo Granada, urbe en la que estuve pasando unos días, en la que la actividad rebosa por todas las esquinas. Comercio, cafeterías, restaurantes, bares en los que con cada consumición obsequian una elaborada tapa?; impresionante movimiento de personas arriba y abajo por todas las calles de un amplio centro?

Piensen que a las 8,30 estábamos entrando a la Alhambra. ¿Quieren creer que a tan temprana hora aquello ya era un impresionante hervidero de gente? Las cifras, 7.000 visitantes diarios, hablan por sí solas. Añadan Catedral, Cartuja, Jerónimos, Capilla Real, Sacromonte, Albaicín? Y, sobre todo, la magnífica labor que desempeñan a la hora de situar en valor todo el conjunto, cuidando y protegiendo exquisitamente edificios y recintos; promocionando y vendiendo adecuadamente sus cualidades para atraer millones de turistas.

Pues, les aseguro que, a su lado, Oviedo es una ciudad moribunda y lo triste es que también goza de un extenso abanico de posibilidades para promocionar el turismo y, como consecuencia, mejorar el nivel de vida de sus habitantes: Catedral, palacios, gastronomía, casco antiguo, museos, congresos, Premios Princesa de Asturias, Camino Primitivo a Santiago, alrededores de ensueño, ópera, zarzuela y, principalmente?. ¡Precisamente, lo que ustedes se imaginaban, el Arte Prerrománico Asturiano! Así, con mayúsculas, porque a poco que nos esmeremos podemos convertir dicho tesoro en el principal polo de atracción de Vetusta. Para empezar, se imaginan, en grandes letras, un cartel anunciador que diga: "Oviedo, cuna y capital del Prerrománico europeo", con una gran promoción en los llamados medios sociales, Facebook y Twitter, con un coste mínimo y a nivel mundial. Sin grandes inversiones.

En principio y como ensayo, un autobús que partiendo del centro de Oviedo, por ejemplo de La Escandalera, realice un itinerario tres o cuatro veces al día por la geografía del Arte Asturiano -Cámara Santa, Fuente de Foncalada, San Julián de los Prados, Santa María del Naranco, San Miguel de Liño, San Pedro de Nora, Santa María de Bendones y, si me apuran, Santa Cristina de Lena-, por supuesto con los guías correspondientes y con un precio proporcional al servicio prestado, al igual que hacen en cualquier lugar del mundo. No quisiera hacer las cuentas de la lechera pero, si la gestión del proyecto es correcta, sin duda generará un importante valor añadido porque el público está asegurado. Comenzando por los propios asturianos, a nadie le parezca mal, que somos los grandes desconocedores de nuestro patrimonio. Que llegan unos amigos de cualquier punto de España a visitarnos, qué mejor regalo que llevarles a disfrutar de este recorrido por la historia y el arte de la monarquía asturiana, sin igual en el mundo: Patrimonio de la Humanidad. El propio turismo cultural, tan de moda y tan importante, agradecerá tener a su alcance estas visitas organizadas que más tarde, una vez afianzada esta, se pueden ampliar con otras ofertas diferentes. Sirva como muestra de paquete turístico: Hotel + Prerrománico + ópera o la que ustedes imaginen.

Claro que para ello es necesario conservar y proteger todos y cada uno de los edificios, además de integrar su entorno dentro de un perímetro pulcro (no, por poner un ejemplo, como en Santa María del Naranco, con un edificio en ruinas y un cochambroso chamizo a su lado), protegidos, a salvo de cualquier vándalo. Lo que, como diría cualquier político que se precie, se denomina poner en órbita estos bienes.

Sin duda, en este momento, tenemos mecanismos y resortes apropiados para iniciar este proceso. Tanto la Directora General de Patrimonio, Otilia Requejo, como el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, son personas interesadas y comprometidas en salvaguardar y promocionar el Arte Asturiano. Dos administraciones diferentes unidas con el mismo propósito. ¡Ánimo y a por ello!

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