Desde que Santa Teresa Jornet fundara la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, donde, primero en los asilos y ahora en las residencias, acogen con el mismo amor y entrega, siguiendo las enseñanzas de la santa madre, para con todos los que llegan hasta ellas.

¡Que Dios bendiga a todos los que hacen esto posible!

En otras épocas, siempre había una persona de la familia (generalmente una mujer) que cuidaba de los mayores; éstos fallecían tranquilamente, sin tener que salir de su casa.

Los tiempos han cambiado, ahora se trabaja fuera, no se puede atender a los ancianos con el cariño y la atención que se desearía.

Así, han surgido residencias de todo tipo.

En pisos, lugares apartados, edificios nobles, modernos, etcétera. Todas con el mismo denominador común: ¡¡el precio!!

Los precios actuales, sean residencias públicas o privadas, difieren poco, son altos en proporción a las pensiones.

Parece que se puede pagar con las herencias, ¿qué herencias? Pequeñas propiedades que ha podido adquirir el finado, con trabajo, esfuerzo o sacrificio.

(Que piensen en esto los que ahora se están esforzando en pagar una hipoteca).

Como un asunto de interés social, hace 45 años aproximadamente comenzaron a funcionar las residencias de la Seguridad Social, como se decía entonces; las estancias tenían precios compatibles con la pensión que percibían.

Al ser un servicio social, a personas débiles, que generalmente habían trabajado durante su vida, gente humilde en definitiva, la estancia debería ser asequible económicamente y sin largas listas de espera.

Se debería tener en cuenta el número de puestos de trabajo que crean las residencias, los impuestos que pasan los trabajadores y las pensiones (unas mayores que compensarán con otras más bajas). Podría sostenerse el centro, como un servicio social, sin ánimo de lucro, como se dice ahora.

Por favor, estúdienlo, que dentro de poco ustedes y nosotros lo podremos necesitar y lo que se haga bien ahora nos puede beneficiar a todos después y, por supuesto, que se pueda actualizar, desde ya, para sosiego de familiares y herederos.