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Portavoz de Ciudadanos en Oviedo

Sin proyecto de ciudad

La ausencia de planes globales para Oviedo en el gobierno local

El Colegio de Arquitectos presentó la semana pasada un trabajo realizado a petición del grupo municipal de Ciudadanos en Oviedo. El arquitecto Felipe Díaz Miranda hizo referencia durante la presentación al carácter holístico del urbanismo. Lo que vino a decir es, en román paladino, que hay que entenderlo como un todo y no como las partes que lo componen.

Al día siguiente, conocimos los datos desoladores sobre la ocupación del Palacio de Exposiciones y Congresos, otro recurso desaprovechado por el Gobierno por falta de planes globales. Estará vacío la mayor parte del año; nadie explota el turismo de negocios. En lugar de buscar la integración del Calatrava en Oviedo, se olvida como un fósil.

El concepto de Díaz Miranda también es aplicable a la idea de "hacer ciudad", vocación que distingue a los buenos gobiernos de los malos. Los buenos tienen un proyecto definido e integral para su territorio. Y siempre a largo plazo. Dijo Churchill que "un político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones, no en las próximas elecciones". Me parece una gran verdad.

Las cifras sobre la atracción de congresos nos hacen pensar que esta Corporación no tiene un proyecto sostenible de ciudad, como tampoco lo tuvieron las anteriores del PP. El diagnóstico se hace evidente al observar cuestiones como la entrada a la ciudad desde la 'Y'. O si nos fijamos en barrios como el Cristo, el Antiguo y otras zonas afectadas por la crisis del mercado inmobiliario. Oviedo es una capital en decadencia.

Se preguntaba el arquitecto qué tipo de ciudad ha de ser. ¿Qué proyecto tiene el Gobierno para el Oviedo del futuro? No lo sabemos. De momento, han contratado a una empresa para que exponga cómo debería ser la capital en 10 años. Sí, sorpréndanse. Los defensores de lo público han pagado 60.000 euros para que una empresa les diga qué hacer con la ciudad.

Para empezar, no estaría mal trazar una estrategia sensata para explotar todos sus recursos e infraestructuras. Como Vetusta, la heroica ciudad duerme la siesta. Es cómodo el sofá del poder, pero es hora ya de despertar y ponerse a trabajar.

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