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El Otero

Pura Tomás

¿Quién es Pura Tomás? Digo es, en presente, porque a pesar de fallecer en 1990, de una persona con la trayectoria vital como Pura siempre perdura su recuerdo.

A esta pregunta tuve el honor de intentar responder al asomarme a su figura, una de las cinco mujeres que, junto con Gontrodo Pérez, Joaquina Bobela, María Andallón y Ana Ozores, reivindican en la película "Rostros del recuerdo" que la asociación "13 Rosas" presentó el pasado 18 de marzo.

A Pura se la definió en ocasiones como la hija de Belarmino Tomás o la mujer de Rafael Fernández, dos hombres que en palabras del socialista ovetense, Emilio Llaneza, "marcaron su vida entre el espíritu de lucha y la moderación de acción. Ella asimiló ambas posturas para definir su propia personalidad". Efectivamente. Pura logró por derecho propio marcar su propio ritmo. Despertó a la militancia con sólo catorce años. Gran oradora, era invitada a muchos mítines, lo que la llevó a participar muy activamente en numerosos actos siempre en defensa de sus ideas socialistas, y siempre abogando por los derechos de la mujer. Desmoronada la República tras la guerra civil, Pura y Rafael forman parte de la caravana humana que cruza los Pirineos. En ese camino infernal, tan de actualidad en Europa desgraciadamente, pierden a su primer hijo a los veinte días de nacer. Posteriormente Pura y Rafael se exilian a México, país en el que permanecieron treinta y cuatro años. Allí continuó con su militancia, editando dos revistas, "Mujer" y "Horizontes", y organizando la Agrupación Socialista de México, cuyo millar de votos serían decisivos para elegir en el Congreso de Suresnes de 1974 a Felipe González como Secretario General del PSOE, "un chaval sevillano muy majo que tiene el sobrenombre de Isidoro", según sus palabras. Fue el propio Felipe González quien tras una visita en su casa de México en 1976, les dice: "Os necesito en Asturias". Y así fue cómo Pura y Rafael volvieron a Asturias a pesar de que no era poca la incertidumbre. Recuperada la democracia, Pura continúa con su militancia. Se adscribe a la Agrupación de Oviedo y junto con Encarna, mujer de Marcelo García, participa en la organización del partido en Asturias. Ese compromiso es el que le lleva a aceptar la petición de Antonio Masip para que se sume a la lista con la que el PSOE concurre a las elecciones municipales en Oviedo, siendo elegida concejala. Su trabajo en la concejalía de atención al ciudadano no pasó desapercibido. Su gran dedicación, su capacidad de escucha, de empatía; su vitalidad y optimismo, la llevan por un lado a ser una persona querida y respetada y por otro, a tener una idea clara de los problemas reales y cotidianos de los ciudadanos. Revalida su acta de concejal en 1987.

Plasmar, mínimamente, una vida tan rica en una pocas líneas es imposible. Pero más que ahondar en su biografía, para alguien que, como yo, no tuve la oportunidad de conocerla ni de trabajar con ella, queda su legado: coherencia, compromiso, lealtad.

Estaremos de acuerdo en que personas como Pura, de arraigadas ideas a las que mantuvo siempre una fidelidad inquebrantable, son referentes necesarios, incluso para aquellos que no las compartan. Vivimos tiempos en los que no está de más no sólo evocar, sino tener muy presente a una generación que fue capaz de dedicar su vida a luchar con honradez y convicción por sus ideales.

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