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Exsubsecretario del Ministerio de Cultura

Clarín y el teatro Campoamor

Ante la próxima celebración de los 125 años del coliseo ovetense

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", ha anunciado recientemente que el próximo año se celebrarán los 125 años de existencia del teatro Campoamor, que se abrió al público en 1892. Con esta iniciativa pretende que dicha conmemoración, que será el 17 de septiembre de 2017, no se limite a una gran celebración del día de la efeméride, sino que, desde el 1 de enero de 2017 hasta el fin de ese año, todo ovetense y visitante de nuestra ciudad se dé cuenta de que este veterano coliseo está de fiesta durante los doce meses. Además, ha planteado que Joan Font, máximo responsable de Els Comediants, sea director de escena del acto inaugural de las celebraciones de los 125 años del teatro Campoamor. El artista Joan Font ya dirigió recientemente la espléndida gala de los Premios Líricos de Oviedo que presentó, así lo dijo, "como un canto a la libertad, al placer y los encuentros".

Leopoldo Alas, "Clarín" (1852-1901), patrimonio ético y literario universal que, entre otras muchas cosas, fue concejal del Ayuntamiento de Oviedo, colaboró intensamente en la construcción del nuevo teatro. Cuando ya estaban avanzadas las obras defendió en 1890 la propuesta de ponerle el nombre de Campoamor, cuestión que la corporación municipal aprobó por unanimidad. Ramón de Campoamor (1817-1901), ilustre asturiano nacido en Navia y que vivió, sobre todo, en Madrid, autor de las Doloras y de su Poética, era un buen amigo de Clarín, quien le consideraba como "el mayor poeta de su tiempo".

Son los años en que el anterior y viejo teatro de Oviedo, el teatro de la plaza del Fontán, abierto en 1670, era ya muy deficiente. El propio Clarín lo explicaba en su novela "La Regenta" (1884): "El teatro de Vetusta (?) era un antiguo corral de comedias que amenazaba ruina y daba entrada gratis a todos los vientos de la rosa náutica. Si soplaba el Norte y nevaba solían deslizarse algunos copos por la claraboya de la lucerna. Al levantarse el telón pensaban los espectadores sensatos en la pulmonía, y algunos de las butacas se embozaban prescindiendo de la buena crianza. Era un axioma vetustense que al teatro había que ir abrigado". (Cap. XVI). Aquel teatro del Fontán, el "Coliseo de la plaza del Pan" de "La Regenta", que se merecía el prosaico nombre de "la catarrera", fue cerrado en 1892, al mismo tiempo que se abría el teatro Campoamor. Demolido en 1901, de sus ruinas solo se mantuvo la fachada de piedra. En dicho solar municipal el Ministerio de Cultura construyó en 1987 la Biblioteca de Asturias que gestiona nuestra comunidad autónoma y a la que puso el nombre de Ramón Pérez de Ayala (1888-1962), autor de las novelas "Tigre Juan" y su continuación "El curandero de su honra" (1926), ambientadas en esta clásica plaza del Fontán, denominada por su autor como la plaza del Mercado de Pilares (Oviedo). Ramón Pérez de Ayala fue primero un alumno destacado de la Universidad y luego buen amigo del catedrático Clarín. En la fachada de esa biblioteca pública se debería grabar ahora esta humorada clariniana para relacionarla con otra placa que el año que viene señalará que Clarín puso el nombre de Campoamor en el nuevo teatro que vamos a celebrar. Y aunque pertenecían a diferentes generaciones -les separaban treinta y cinco años- en sus relaciones amistosas no se produjeron discrepancias de fondo en la manera de entender sus ideas poéticas.

El teatro Campoamor era el nuevo escenario teatral y, sobre todo, lírico, con aquellos espectáculos de ópera y zarzuela de los que Clarín, apasionado por la música, era un buen conocedor, temas que trasladó, sobre todo, a sus dos obras literarias más importantes. Precisamente su bisnieta Ana Cristina Tolívar Alas ha estudiado a fondo estas dos novelas, publicando "La música en La Regenta" (1984) y "El universo sonoro de Su único hijo" (2001). También publico en 1998 el estudio "Clarín y el teatro lírico", un capítulo de la obra colectiva de Jaime Álvarez-Buylla 50 Aniversario de la Ópera en Oviedo, aniversario que celebraba la primera temporada de ópera de esta ciudad en 1948. Fue ese el año en que el reconstruido teatro Campoamor volvió a abrir sus puertas. (Durante la Revolución de 1934 el teatro quedó reducido a escombros y solo se mantuvo en pie la fachada principal). A las personas interesadas en cuestiones operísticas de Oviedo, les aconsejaría dirigirse a la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera que preside el doctor Jaime Martínez. Y para el conocimiento de cómo se ha organizado la vida musical de Oviedo, desde los tiempos medievales hasta los actuales, es indispensable leer el texto "La tradición musical" de Guillermo García Alcalde incluido en El libro de Oviedo (1974), esa magnífica publicación que es como una gran guía comentada del Museo de la Ciudad de Oviedo, desde su fundación hasta la actualidad que, desgraciadamente, todavía no existe y se le podría poner el nombre de Clarín.

Murió Campoamor el 12 de febrero de 1901 y meses después (13 de junio) fallecía Clarín, sin llegar a cumplir los cincuenta años. El 27 de febrero el autor de La Regenta, herido ya por una enfermedad incurable, asistió a una velada necrológica en el teatro Campoamor en la que intervino recordando a su amigo poeta fallecido.

El novelista Leopoldo Alas, Clarín, y el poeta Ramón de Campoamor deberán estar al frente de los miles de artistas que han desfilado por el escenario del teatro Campoamor en esos 125 años que se deberán celebrar el próximo año 2017 por todo lo alto. Y es una conmemoración en la que habría que incluir a las personalidades que la Fundación, ahora Princesa de Asturias, ha concedido, desde 1980 en ese escenario, sus importantes premios internacionales de contenido científico, humanístico o cultural.

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