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La mar de Oviedo

Lo siguiente

El adjetivo agrega al nombre una característica, y puede ser abundancial: "pedregoso"; calificativo, si expresa alguna cualidad: "bueno"; determinativo, cuando delimita el alcance del nombre: "éste", "aquéllas"; gentilicio, cuando revela la procedencia geográfica: "ovetense", "praviano"; ordinal, si expresa la idea de sucesión, cuando malamente decimos "veinteavo" por "vigésimo"; posesivo, cuando indica pertenencia: "mío", "tuyo" ("tuyo" es posesivo, aunque sea de otro); vulgar, cuando la cualidad se expresa de manera ordinaria: "cojonudos", decía Juan Carlos I de unos espárragos; pero el que me trae aquí es el comparativo: "mayor", "menor", que incluye el superlativo: "bueno", "mejor", "óptimo" y "lo siguiente", lo máximo, que para los cortos de vocabulario resulta inefable. Cortos, tochos, bodoques, parapocos, marmolillos, mentecatos supinos...

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