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La mar de Oviedo

Malestar

Nos han condenado a pagarle una millonada a Jovellanos XXI, sumada a otro pastizal por Villa Magdalena, que abonaremos con nuevas subidas del IBI sobre un catastro catastrófico; además, se investiga un fraude sangrante de ganaderos, cobraron daños tras disfrazarse de corderos degollados por lobos feroces, que pagaremos los paganinis y sus descendientes, con el espolio de sucesiones. ¿Y qué del dinero malversado? Dicen que no desaparece, que cambia de administrador. Pero, al margen de que no es lo mismo que un particular lo administre a su antojo a que un Ayuntamiento haga obras públicas y lo distribuya en función del mandato ciudadano, aunque el dinero cambie de bolsillo y no desaparezca, trabajando poco, mal, con bajo rendimiento y pillando, los billetes se deprecian, la vida encarece, el bienestar social tórnase malestar, el inframundo se nos viene encima y al carajo la vela.

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