Antes el jugador de fútbol tenía toque, ahora el horror vacui de los radiofonistas alarga el vocabulario, le da rimbombancia y al toque o virguería califica como gesto técnico; de la misma manera, a las cualidades del deportista denominan prestaciones, lo mismo que a un Audi Q-5, o a los subsidios de desempleo; a un fallo garrafal, copian del tenis, error no forzado; a chupar el balón, copian del baloncesto, le dicen posesión, y "Europa inside" a las interioridades del campeonato, que se celebra en Francia y emite en España. A lo que iba: dicen gesto técnico, pero no aluden a otros gestos: un gesto humano, un gesto divino, un gesto filantrópico, antropopiteco, preadamita..., ni siquiera a una pifia llaman gesto lego, ni cuando lanzan un escupitajo dicen gesto bárbaro, o caníbal cuando le muerden la oreja al rival. Gesto técnico, o sea, y no hay más guiño que valga. Punto pelota.
