Todavía no salgo de mi asombro al leer en distintos medios las declaraciones de ciertas personas que se autodenominan "gays del PP" en torno a la celebración del acto político-institucional del 28 de junio en el Ayuntamiento de Oviedo, por primera vez en la historia. Cada cual puede tener la ideología que considere mejor y el derecho a elegir sus opciones políticas y asumir sus propias contradicciones si llega el caso. Ese mismo derecho es el que invoco para opinar y criticar, con argumentos, lo que me parece una batalla política partidista impresentable y una pataleta por no querer aceptar la propia historia de desaguisados del PP en torno a las reivindicaciones del movimiento LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, para los que no estén familiarizados con estas siglas).

Sorprende que, como argumento, esta pareja del PP alegue que su boda fue oficiada por un concejal del PP. Si a alguien tienen que agradecer el poder haberse casado, no es a ningún concejal del PP, sino al movimiento LGTB (del cual Xega es parte) y a todas las fuerzas políticas que apoyaron la ley de matrimonio igualitario, es decir, todas, menos el PP y UDC. El concejal que los casó únicamente cumplió con su obligación de cumplir la Ley, a la que, por cierto, desde el PP hubo quien llamó a desobedecer.

Hablan del PP como un partido que defiende la libertad y la tolerancia, ignorando descaradamente que si por algo se ha distinguido el PP ha sido por su permanente oposición y obstrucción al avance de los derechos de las personas LGTB. Yo diría que el PP ha sido el partido que libremente más nos ha atacado y que ha tolerado más actitudes homófobas en sus filas.

Me pregunto dónde estuvieron estos "gays" liberales cada vez que su partido rechazaba una y otra vez las iniciativas legislativas para reconocer el derecho al matrimonio o cada vez que organizaba manifestaciones en contra del derecho al matrimonio, en las que se pisoteaba la dignidad de las personas LGTB. Quizás estaban en aquellas manifestaciones, encabezadas por obispos, ya que son tan "liberales" que pueden declararse gays y al mismo tiempo, apoyar a quien más ha hecho por que sigamos encerrados en los armarios. No olvidemos tampoco que, una vez aprobada la ley de matrimonio, el PP presentó un recurso de inconstitucionalidad contra dicha ley, como último intento para echarla abajo.

En cualquier caso, dicen que las personas cambian y uno puede llegar a regenerarse; por eso estoy seguro de que podremos contar con su apoyo a favor de los próximos retos: una ley integral de transexualidad y una ley contra la LGTBfobia, cuya aprobación es urgente como demuestran los crecientes ataques. Propondré a mi asociación cederles un hueco en la pancarta de cabecera para reivindicar estas dos leyes.