En política es importante ser coherente, hacer lo que una dice siguiendo unos principios y unos valores. Ahora que debemos hacer un balance del trabajo realizado en el año, podemos analizar nuestra gestión, pero también nuestra coherencia. Está por hacer.
Desde Izquierda Unida hemos gestionado dos áreas municipales en el gobierno ovetense. En la de Interior, hemos defendido en todo momento a los trabajadores y trabajadoras, como hacíamos en las calles, utilizando nuestras convicciones para mejorar las cláusulas sociales en los contratos, hacer la mayor oferta de plazas posible para volver a nutrir a este Ayuntamiento del personal que requiere.
Por otro lado, desde Cultura hemos defendido siempre una política basada en los valores republicanos que no son otros que la igualdad, la libertad, la solidaridad y la fraternidad. La cultura debe ser plural, accesible, participativa y comprometida con la sociedad. Por eso, nuestras políticas en este primer año se han destinado a hacer llegar la cultura a los barrios y a nuestra zona rural, a potenciar nuestro patrimonio histórico industrial o el invisibilizado Camino primitivo de Santiago.
La cultura que defendemos entiende de todas las disciplinas artísticas, desde la ópera hasta el teatro, pasando por la danza o la música. La cuestión no es elegir entre unas u otras sino lograr que cada uno de los ovetenses puedan disfrutar de todas.
Los presupuestos municipales también deben hacerse con coherencia, donde evidentemente, en un gobierno a tres, hay diferentes criterios. Recuerdo el ejemplo de los Premios Líricos, donde no se discutió la partida presupuestaria, vista por todos necesaria y adecuada a la realidad de estos galardones que se alejan del elitismo que criticamos, que son una apuesta llena de creatividad y repleta de esfuerzo por parte de sus organizadores.
En un gobierno plural hay que tener en cuenta que estamos construyendo otra ciudad entre todas y todos, por eso debemos respetar las decisiones colectivas. Cuando hay consenso avanzamos más rápido y cuando hay matices o diferencias políticas avanzamos también, pero lo que debemos evitar son los cambios de criterio sin explicaciones en labores de gobierno o los posicionamientos a medias, que generan una mala imagen en la ciudadanía. No se puede ejercer el gobierno con actitudes marginales, hay que analizar las consecuencias sociales y económicas de nuestras decisiones para transformar la realidad a mejor, nunca para destruir sin alternativa.
En la defensa de los derechos de los trabajadores, en el fomento de la cultura popular, con los Premios Líricos y la ópera en los barrios: coherencia y avanzando.
