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Médico y navegante

La náutica asturiana queda huérfana

Los que tuvimos la gran suerte de de conocerte y compartir contigo algo de la vida y de la navegacion nunca podremos olvidar tus enseñanzas y consejos para llevar a buen puerto ambas cosas.

Como navegante, me vienen muchos recuerdos de tu sabiduria que hicieron ganar muchas regatas al Gaitero, como aquella decision táctica en la Regata Plymouth-Gijon, en la que decidiste que fuéramos al centro del Golfo de Vizcaya en busca de una pequeña borrasca que nadie habia visto excepto tú y que nos hizo ganar detacados la regata enel 2000.

Recuerdo también los pasos nocturnos de Peñas por dentro de la Erbosa, que con tu precisa navegacion y conocimiento de la zona como buceador -pionero tambien- nos hacía ir con toda seguridad.

No olvido la decison en la regata de 1995 de Puerto Sherry a Puerto Rico de la que fuimos ganadores, gracias, entre otras cosas, a tu decision de pasar Tenerife por el Norte; y muchísimos más momentos para los que no habría espacio en estas líneas. Fuiste ademas el inventor de la frescolina, que es conocida por casi todos los navegantes serios del país. Demostraste tranquilidad para afrontar los malos tiempos en la mar y también en la vida, como pudimos ver hasta el final.

Hasta siempre, maestro, amigo y compañero de navegacion. Nunca te olvidaremos.

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