El concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón, vuelve a arremeter contra Agustín Caunedo y contra el PP en un artículo titulado "Oviedo necesita otra oposición", y en el que hace gala de su conocida tendencia a la manipulación, a la mentira y al cinismo, dicho todo ello con afán descriptivo que no ofensivo. En esta ciudad llevamos más de un año en un disloque permanente, con un Gobierno que no sólo no gobierna sino que parece querer hacerse la oposición a sí mismo, bien sea destrozándose a dentelladas o puñaladas traicioneras, bien aplicando una inacción que ya apunta a absoluto desgobierno.
Para tratar de disfrazar lo evidente (que no han hecho nada de nada salvo crispar, perseguir a quienes no piensan como ellos y empobrecer el estilo y el alma de Oviedo) echan mano de manual y tratan de construir una ficticia verdad juntando muchas mentiras. Lo único que les interesa, y que saben hacer, es propaganda y, para ello, tenían ya una línea argumental (perseguir a Caunedo) y ahora suman otra: afirmar que el PP se ha radicalizado y que se ha alejado del centro derecha al que ellos tanto quieren (¿?). Son, en cualquier caso, argumentos que lo único que demuestran es que tenemos un Gobierno municipal que sólo se preocupa de atacar, perseguir y vilipendiar a Caunedo y al PP. ¿Por qué será? ¿No será que saben que son la única alternativa real y válida a este tripartito?
Como ejemplo del absoluto despropósito de la argumentación sostenida por Rosón en su nuevo ataque contra Caunedo basten dos ejemplos. El primero, acusa al PP de criticar actuaciones contra la violencia machista por mostrar su desacuerdo a que en San Mateo se haga un plan contra esta violencia cuando nunca se ha dado un caso de ella en estas fiestas. Lo que olvida el señor Rosón es que su "compañera", en ese tan bien avenido gobierno al que pertenece, Marisa Ponga, también mostró públicamente, y con la misma o superior contundencia que el PP, su oposición a este dislate que se le ocurrió a su jefa, y rival política interna, Ana Taboada. Es decir, que también los socialistas, a los que tanto le toman el pelo en este gobierno sin brújula, deben estar "alineados con los sectores más ultramontanos e intransigentes".
Segundo ejemplo. Para demostrar que no es cierto lo que todos los ovetenses vemos, es decir, que la ciudad está paralizada, asegura que han invertido más que el PP. No le voy a contestar yo. Voy a transcribir lo que el pasado domingo escribía un periodista independiente y muy riguroso, Álvaro Faes, en este mismo periódico hablando de los retrasos de más de un año en la puesta en marcha del puente de La Florida y de la Senda Verde: "El tripartito de Oviedo no ha sido capaz de organizar este tipo de cuestiones y acaba cayendo en números de sonrojo. como un porcentaje, el 11%, que es el nivel de ejecución del presupuesto alcanzado en cuanto a obras previstas en el municipio". Más claro no se puede decir.
Para quienes le conocemos realmente resulta molesto el ejercicio de cinismo permanente del señor Rosón, que tiene una doble personalidad muy definida: suave, sibilinamente suave, cuando hace algo en público, de cara a la gente, y groseramente contundente cuando actúa desde la sombra. Si uno lee su artículo, lleno de mentiras sí, pero dichas con tal dulzura que empalagan, le costará ver que es este mismo señor el que organiza las razzias contra los funcionarios no afines, el que agujerea el suelo que pisa su jefa, por más que ante ella se comporte como un dócil dálmata, el que pone zancadilla tras zancadilla a sus compañeros de Gobierno para generar el actual desgobierno, el que encabeza, inspira y dirige a las huestes de la radicalidad en su acoso al PP y a los colectivos y personas no afines a él o el que dirige la oficina de colocación de la nueva clase política y sus adláteres.
El señor Rosón dice, como grandes logros de su gobierno, que han abierto los colegios por el verano, o sea, lo mismo que ya hacia el PP; que ha solucionado los problemas del Asturcón, se supone que echando a la calle a un montón de trabajadores; que ha remunicipalizado la recaudación, cuando en realidad han generado un problema y cuestionado el futuro laboral de más trabajadores; que ha aprobado un presupuestos, pero no dice que con casi seis meses de retraso pese a tener mayoría absoluta; que su gran apuesta son los planes de empleo, los mismos que hizo el gobierno de Caunedo...
Es un ejercicio de absoluto cinismo que quieran aparecer como grandes gestores quienes han atacado a los Premios Príncipe de Asturias; quienes han despreciado a la Iglesia, a las cofradías y a miles de ovetenses creyentes; quienes rindieron el Ayuntamiento de Oviedo a los radicales que ellos mismos jaleaban; quienes mantienen estrategias guerra civilistas para ganar las batallas de sus bisabuelos y despertar la fractura de las dos Españas; quienes han convertido en un mural de pancartas y estilo asambleario la plaza del ayuntamiento; quienes mantienen e incrementan los negocios políticos de San Mateo mientras persiguen a asociaciones y entidades no afines en otros servicios municipales; quienes organizan y ejecutan razzias contra los funcionarios; quienes no han hecho nada de nada salvo destruir lo que estaba hecho...
Señor Rosón, Oviedo lo que necesita es otro Gobierno; un gobierno eficiente y que responda a la verdadera mayoría social de esta ciudad por encima de componendas aritméticas. Le molestan las críticas del Partido Popular y lo siento por usted porque va a seguir encontrándonos en frente y defendiendo con contundencia los intereses de Oviedo y de los ovetenses frente a su revolución de mal gusto y de ineficiencia.
