La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La mar de Oviedo

Mus, mus

Una plaga de ratas se extiende por la Muy Noble, desde Teatinos hasta la Florida, y la concejala de Sanidad, Mercedes González, ha ordenado la distribución de veneno, supongo que raticidas, en los lugares donde más bajas pueda causar a estas omnívoras que hace siglos vinieron de China, quisieron integrarse en nuestra comunidad, lo impedimos a gritos y escobazos y sobreviven asustadas en los más bajos fondos; no en vano son transmisoras de enfermedades e infecciones graves: hantavirus, leptospirosis, criptosporidiosis, fiebre hemorrágica viral, fiebre Q y peste bubónica. ¿Qué puede esperarse de unos mamíferos de alcantarilla? Duele en el alma que se las persiga. Los últimos censos dicen que en Oviedo se esconden un cuarto de millón de ratas, la justa cuenta para ser solidarios, para que cada habitante apadrine a una roedora y limpie a lengüetazos las escamas de la cola.

Compartir el artículo

stats