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Director de la Fundación Juan Muñiz Zapico

Contra la criminalización de la Historia

Ante las críticas del PP contra entidades vinculadas a la izquierda

Sí es cierto, soy comunista. También es cierto que la Fundación Juan Muñiz Zapico está ligada a CC OO de Asturias. Ambas cuestiones son más que públicas por lo que la investigación del concejal del PP no es ninguna exclusiva. Francisco Javier García demuestra una vez más con su tono que sólo busca la polémica y alimentar la tensión. Lo mismo que él decía no querer en su primera carta del día 1 de agosto donde reivindicaba el dialogo de la Transición. En su tribuna publicada por LA NUEVA ESPAÑA este miércoles ya va más allá de la polémica, busca la injuria sobre mi persona, mi trabajo y la entidad a la que represento. No voy a calificarle porque sus palabras ya hablan por sí mismas. Hace 40 años ser comunista y ser de CC OO me hubiese llevado a la cárcel. Todo indica que usted sigue defendiendo dicha criminalización.

Soy licenciado en Historia y mi trabajo como director de una fundación cultural privada durante trece años me avala. Y tengo responsabilidades en CC OO entre otros ámbitos asociativos y personales. Mi ideología es clara y mi labor histórica sobre el movimiento obrero asturiano también. En nuestros documentales verá gentes de todas las procedencias, no hacemos una historia parcial ni partidista. Investigaciones, publicaciones y actividades de reconocido prestigio que usted intenta poner en duda. Porque la Historia es una ciencia y la metodología está por encima del carné político del historiador.

Busca, pues, provocarme, que le entre al trapo, que me enfangue, y no lo voy a hacer. Llevo años trabajando con todas la instituciones que lo han tenido a bien, sean del color político que sean. Incluido con el Ayuntamiento de Oviedo, con el actual tripartito y con el anterior gobierno del PP. Lo cual es público y reconocido por el propio Agustín Iglesias Caunedo. Como historiador y como sindicalista. Si amplia la búsqueda de mi nombre podrá verme dando la mano al entonces alcalde Caunedo como resultado de los acuerdos de concertación local de Oviedo Trabaja. Mi no sectarismo está claro y el suyo se ve en su carta. Esta ruta de la Revolución del 34 en Oviedo no busca exaltar, busca enseñar la historia. No la de una parte contra otra, como hace usted. Hablamos de los curas, de las monjas, de quien destruyó los edificios, de la Catedral y la Cámara Santa, de las matanzas de civiles y prisioneros... Porque hacemos historia y no propaganda. Ésa es la diferencia, y si quiere podrá comprobarlo usted mismo cuando invitemos a todas los grupos municipales a hacer la ruta precisamente para evitar este tipo de polémicas.

Millones de personas visitan los campos de concentración o los escenarios de las grandes batallas de la II Guerra Mundial y sus cementerios. Sí, es algo normal, conmemorativo y turístico en el resto de Europa, pero en Oviedo aún no. Aquí parece que algunos les resulta rentable mantener la crispación sobre el tema. Hace 40 años una ruta de "La Regenta" también habría sido criticada, hoy ya es parte fundamental de la ciudad, y el 34 también es parte del turismo en la visita a la Catedral, la Universidad Histórica... Usted mintió en su primera carta, dijo que no parábamos en la Catedral ni hablábamos de lo ocurrido a curas y monjas en Oviedo en 1934.

En su segunda carta busca desprestigiarme en base a mi ideología. Reitero que no busco polémica, pero sí tengo el derecho de defender mi persona y trabajo de sus ataques. Le pido pues que deje de enfangar la política, usted es un concejal, un representante público, yo no. Por último vuelvo a recordar la memoria del asesinado Comandante Ros ante su respuesta, el leal oficial en cuestión no era de ningún bando, a diferencia del que le asesinó y de usted. Merece respeto y reconocimiento.

Reitero una vez más que la ignorancia y la propaganda deben ser sustituidas por el conocimiento de la Historia, frente al interés frentista de mantener viva la tensión 80 años después.

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