Hace poco desde el Ayuntamiento apuntaban que la ciudad de Oviedo se encuentra entre las mejores de España en materia de accesibilidad al medio urbano. Me consta que desde el Consistorio se hacen esfuerzos para ello pero, como más de una vez he apuntado en este mismo espacio, estamos muy lejos de la excelencia por lo que nuestra obligación es mejorar.

Hoy quiero hablar de la tarjeta que permite el viaje a coste cero para los PMR (Personas con Movilidad Reducida) y para hacerlo debo iniciar manifestando que no estoy de acuerdo con la gratuidad porque la gratuidad es sinónimo de limosna. Y ese no es el caso, dado que las personas con diversidad funcional necesitamos justicia, derechos y accesibilidad universal, pero no limosna.

Hace algún tiempo el Ayuntamiento te proveía de una tarjeta similar a la del resto de los usuarios, pero en la que te eran bonificados 20 viajes mensuales. Quiero decir que si utilizabas la tarjeta en más de 20 ocasiones, los siguientes viajes se abonaban el precio normal que, por entonces, estaba por debajo del euro. Hay que recordar que ahora está por el euro veinte.

Como la susodicha tarjeta se había de pasar por la máquina que se encuentra junto al conductor, y los PMR entramos por una de las puertas grandes de salida que es donde está instalada la rampa, acercarse con la silla para poder abonar el viaje resulta imposible sin contar con la ayuda de algún viajero, lo cual, por lo menos para mí nunca fue problema porque los compañeros de viaje se ofrecían antes de yo pedirlo.

El caso es que hace más o menos dos años el Consistorio proveyó a los PMR de una tarjeta sencilla con tus datos y tu foto, a modo de carnet que significa la gratuidad total, simplemente con presentarla. Ahora la presentación es más molesta que antes, porque antes le pedías a la gente que la pasara por la máquina, pero solicitar que se acerquen hasta el conductor solo para enseñarla es un poco absurdo por lo que me da corte hacerlo. Además sobre la gratuidad, como anteriormente apuntaba, no me parece lo correcto porque mi poder adquisitivo puede ser inferior o superior a otro usuario en mí mismo estado y lo que debemos tener es una tarifa especial como la tienen el colectivo de estudiantes u otros.

Por otra parte, esa tarjeta no debería tener caducidad y ser de posible utilización en cercanías de Renfe, habida cuenta que estamos incluidos en el Consorcio. Además, en la entrada de la rampa o en el espacio reservado para las sillas se debería instalar un terminal para que los PMR pasáramos la tarjeta sin tener que contar para ello con la solidaridad de nadie, pues el coste de instalación de uno de estos terminales es mínimo respecto al presupuesto del plan vial urbano que se maneja.