Está Joselito Adame, torero de marca mayor en México; su hermano pequeño, Alejandro, que empieza, y el mediano, Luis David Adame, de dieciocho años, novillero que en septiembre tomará la alternativa en Nimes, a quien disfruté el miércoles en el Bibio, en la primera de Begoña, donde mató dos novillos de Zacarías Moreno con sendas estocadas. Luis David nos deleitó con manoletinas, verónicas, chicuelinas, bernardinas y lopecinas, lances que iba soplándome a la oreja Jesús de Godina y Sevilla. "¿Algún pero?", le pregunté por Adame a mi apuntador, ya en la rotonda de la Guía, saliendo a Oviedo, y me respondió: "Sólo uno: estuvo fuera de cacho". Se refería a que las piernas y el cuerpo de Adame apenas se entrometieron en la trayectoria del toro. Hay que cuidarse para llegar a Nimes. Tampoco veo en cacho a Pedro Sánchez, aunque a éste le queda lejísimos la alternativa.
